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Es la historia en la cual su fuerte amistad se volvió en un apasionado amor...
- Cómic: Batman
- Pareja: Bruce Wayne y Richard Grayson
- Categorías: Yaoi, lemon
- Capitulo único (Corto)
Batman y Nightwing
La mañana de aquel día era tranquila, casi serena. Era
de esos días que no prometen mayores sorpresas. El timbre de la mansión había
sonado hacía unos minutos y la visita había sido recibida por el siempre formal
y eficiente Alfred.
Se trataba de un joven pelinegro, con aspecto de
oficinista primerizo. Se acomodó en la sala, a la cual había sido dirigido por
Alfred, y recibió una refrescante limonada ofrecida por el antes mencionado, la
cual bebería mientras el mayor domo buscaba al "señor Wayne".
La persona a la que había venido a ver, entró a la
habitación con una risita en su rostro ¿Qué le habría causado gracia? Se
preguntó el joven mientras dejaba el vaso medio lleno de limonada en la mesita
y se levantaba.
- Mucho gusto, señor Wayne, mi nombre es John Mathew,
del bufete Bothers and Sisters, gracias por recibirme - el joven le estrechó su
mano poniéndose algo nervioso al ver que el "señor Wayne" hacia
ademan de reírse.
- Perdona, es que aun me causa gracia que me llamen
así. No me molesta... - Se apresuró a aclarar, al ver que el joven John hacia
ademan de disculparse - Solo me causa gracia. Pero si pudieras llamarme por mi
apellido, Grayson, lo apreciaría - Richard lo invitó a sentarse con una seña
mientras hablaba, para acto seguido sentarse él.
- Discúlpeme, es que como es su esposo, pensé...Bueno,
señor Grayson ¿así está bien? - Dick asintió - Bien, disculpe que haya venido
sin avisar, no sabía si vendría hoy pero ya que tenía algo de tiempo, a mi jefe
y a mí nos gustaría arreglar el asunto de las empresas en Business City, ya que
como sabrá...-
"Y ya empezó" pensó Dick.
Dirigió su mirada por la gran ventana de la
habitación, dejándose distraer por el inmenso jardín, solo por unos segundos.
Pero sabía que no tenía más remedio que prestarle algo de atención al chico ya
que "los intereses de tu esposo, son tus intereses".
Richard se sintió como esas mujeres que se casan por
conveniencia en las novelas.
Claro que ese no era su caso, y hasta gracioso le
parecía que algo tan insólito hubiese llegado a pasar. Bruce Wayne, su mentor,
que había sido como un padre para él, ahora era su esposo, el amor de su vida.
¿Cómo aquello había pasado? Y más inquietante aun ¿Cómo es que lo habían
permitido?.
Algo estaba muy claro, no fue amor a primera vista.
Los cinco años que estuvo lado a lado con Bruce, como Batman y Robin, no fueron
de lejos como la gente se los imagina. Aunque aun entonces la gente rumoreaba
acerca de la relación de ambos, la relación que tenían era de pura amistad,
pura camaradería.
Él sabía perfectamente que Bruce jamás se atrevería a
tocar a un menor, de hecho, en aquel entonces, Dick pensaba que este sería
incapaz de tocar a otro hombre, con todas la bellas damas con las cuales solía
salir.
Lo cual no era por aparentar nada, como la gente
concluyó luego de que la bomba explotó. A Bruce realmente le gustaban esas mujeres,
de hecho, le gustaban las mujeres en general. Pero también le gustaban los
hombres, al igual que a él mismo.
Ambos eran bisexuales pero ignoraban este hecho del
otro; y vivían su vida como tal, saliendo con mujeres y con algunos hombres.
Dick mas que Bruce ya que este tenía cierta resistencia a ese lado de su
sexualidad.
Esto se debía a que Bruce Wayne era un personaje que
había sido diseñado -por él mismo- para complacer a la sociedad, y si bien esta
había cambiado con los años, seguía teniendo sus prejuicios, que puede nunca
desaparecieran del todo.
Incluso, en sus reflexiones, Bruce llegaba a la
conclusión de que ser Bruce Wayne era más duro que ser Batman y, a veces, el
primero tenía que enfrentar batallas peores que las que enfrentaba el mismo
señor de la noche, pues las peleas en contra de la sociedad te obligaban a
hacer frente con casi ninguna arma y casi nada dependía de ti. Lo que ellos
pensasen, era. Así es como funcionaba.
Pero ese abismo en el cual cayeron, era un abismo
súbito que llevaba tiempo esperando por ambos. Algo inevitable que terminó
pasando tras la muerte de Jason Todd y la llegada de Tim Drake.
Jason Todd...
Cuando se enteró de su llegada sintió cierta molestia
por el hecho de haber sido reemplazado tan rápidamente, pero por otra parte, él
había decidido marcharse. Lo cual no le había causado ninguna gracia a Bruce y
por ende debía entender las razones de este y sentirse tranquilo de que su
mentor no estaría solo.
Bruce y él mantuvieron distancia durante un tiempo
pero tras una temporada perteneciendo a los Teen Titans, volvieron a establecer
contacto y a reconciliarse, lo cual les había quitado un peso de encima a
ambos.
Luego de eso, el mismo Bruce le comentó acerca de
Jason, de su agresividad y rebeldía. Y repentinamente, pasó. La trágica muerte
del segundo Robin en manos del maldito del Joker. Este suceso había derrumbado
a Batman, y a él le había producido una amarga impotencia. Aún así, no se
atrevió a acercarse a Bruce, pues se convenció de que este necesitaba su
espacio.
Pero de repente llegó Tim Drake, pidiéndole que fuese
de nuevo Robin, haciéndole saber que él sabía toda su identidad y la de Batman
y que este ultimo estaba peligrosamente inestable tras la muerte de Jason.
Por su parte, Richard ni siquiera lo considero un
minuto pero el espíritu del chico le recordaba a él mismo años atrás y estuvo
muy de acuerdo en que Tim se convirtiese en el nuevo Robin. El chico le
simpatizaba, talvez debido a que Tim y sus padres estuvieron en la noche de la
muerte de sus padres.
Bruce también estuvo de acuerdo con que él se
convirtiera en el nuevo Robin e incluso lo animo pero a pesar de las buenas
intenciones de Tim y sus esfuerzos, la inestabilidad de Batman no cambio de la
noche a la mañana.
Afortunadamente, el tercer Robin no estaba solo.
Dick había decidido mantenerse cerca hasta estar
seguro de que Batman volviera a encontrar el camino y una noche que prometía
ser ordinaria, al final no lo fue...
Flashback
Era una noche oscura, sin estrellas ni luna, solo
grandes nubes invisibles tapándolo todo.
Batman y el tercer Robin habían llegado casi volando a
interceptar un barco con drogas.
Realmente los maleantes no les dieron mayores
problemas, pero el líder, junto a su novia, había saltado a otro barco y
estuvieron a punto de escaparse.
Bruce no lo permitió.
Alcanzó el barco y cuando tuvo al líder de frente,
empezó a golpearlo. La chica gritando intentó pararlo pero Batman la tiró a un
lado y a punto de encestarle al hombre un golpe peligroso, fue detenido por
Nightwing.
- ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Le gritó Batman,
impotente.
- ¡Basta! Ya es suficiente, la policía está llegando,
tu trabajo aquí ha terminado - Nightwing no le dijo nada más y salió del barco,
perdiéndose de su vista.
Esa mirada tan seria que había tenido Dick cuando le
habló, se quedó en la mente de Bruce por unos cuantos minutos mientras que, sin
prisa alguna, también salía del barco y se reunía con Tim.
- ¿Qué pasó Bruce? Night...- Bruce lo ignoró pasándole
por un lado y a Tim no le quedó más remedio que seguirlo en silencio.
Le parecía increíble que el mismo hombre que lo había
animado y apoyado para que se convirtiera en el tercer chico maravilla fuese
ese mismo.
Era como si cambiara en batalla. Como si la cicatriz
de la muerte de Jason se hubiese grabado sólo en Batman.
Cuando llegaron al batimóvil, este estaba prendido.
Era Dick, en el puesto del conductor y abriendo las
puertas le hizo entender a Bruce que no tenía intención de ceder el volante y
estaba listo para responder ante cualquier replica de Batman.
Pero esta nunca llegó. Bruce se sentó en el puesto
copiloto sin decir nada, lo cual sorprendió tanto a Tim como al mismo Dick.
Pero Richard no lo analizó mucho y arrancó. Dejó a Tim
cerca de su casa, como este insistió, ya que su identidad de Robin era un
secreto para sus padres, luego de este bajarse y que Dick se hubiera asegurado
de que había entrado, arrancó y aumentó la velocidad, pero Bruce no decía nada.
Se mantuvo conduciendo por un rato y se estacionó al pasar un túnel
completamente aislado.
- Bien, te escucho - Dijo Batman a secas.
- No sé de que hablas - Dick se relajó en el asiento y
miró por la ventana. Al no escuchar ni una palabra del señor de la noche, optó
por explicarse - No tengo ni la mas mínima intención de sermonearte, todo lo
que podría decirte tu ya lo sabes -
- Entonces ¿Qué hacemos aquí? - Bruce estaba perdiendo
la paciencia.
- ¿Qué hacemos aquí? Bueno Bruce, eso lo decides tu. Ahora
estamos tú y yo solos, lejos de todo y tú decides que hacemos con eso. Pero si
quieres una sugerencia, talvez podrías dejar de cargar todo el peso tu solo y
hablar conmigo - Ahora Dick tenía la mirada fija en el señor de la noche. Una
mirada desafiante. Estaba decidido a que esa noche, Bruce, por lo menos, le
confiaría una parte de su dolor.
- No quiero hablar de eso Richard, no estoy de humor -
- ¡Y nunca lo estarás! Pero ese no es el punto, el
punto es que no entiendes que esta vez es diferente, esta vez no estás solo -
Dick quería decirle más que eso, tenía tantas cosas que decirle que sentía que
no podría decirle la gran cosa y que de todas formas, lo que él dijera no
importaba, lo que importaba era lo que Bruce dijera, aunque fuera poco.
Estuvieron en silencio por unos segundos en los cuales
Bruce miraba a la nada, parecía enojado. Pero Dick no tenía ni miedo ni culpa.
Solo lo miraba expectante. Luego de unos segundos, el también desvió la mirada.
- ¿Así pasaremos el resto de la noche? Bien, que así
sea...- Dick miraba al frente del auto, era poco lo que podía ver en la
oscuridad, y todo era grama rustica.
- No entiendo que es lo que quieres que te diga - Dick
no dijo nada, no supo que responder.
Bruce sabia que quería ayudarlo y que tenía que
calmarse pero por alguna razón estaba enojado, o lo que es más, estaba furioso.
En ese estado, temía decirle algo a su viejo camarada de lo cual se
arrepintiese después.
- Si esto es todo, quiero que nos vayamos ahora, y no
es una sugerencia - Sentenció serio y cortante, y Richard ya empezaba a
impacientarse.
- Nos iremos en cuanto me digas lo que ambos sabemos
pero quieres guardarte para ti solo. Siempre eres así... - Dick volteó a
mirarlo - No es que estés solo, es que buscas la soledad pero al mismo tiempo
no te gusta, la usas para castigarte ¿por qué? -
- Yo acepte que el chico me acompañara -
- ¡Pero no pones de tu parte! ¡El tampoco hace
milagros! - y al final, Richard perdió el control - ¡Siempre quieres cargar con
el peso tu solo! ¡Un peso creado por ti! No logro comprenderte...aun con todos
los años que estuvimos juntos...- Lo último lo dijo casi como un susurro pero
el señor de la noche lo escuchó muy bien y por alguna razón, lo molestó más.
- No es asunto tuyo, así soy, y si no te gusta, puedes
marcharte - Ya lo había hecho y Bruce no lo había olvidado de momento. Lo dijo
precisamente para recordárselo.
- Así que sigues enojado conmigo por eso...Creí que ya
habíamos aclarado ese asunto...-
- Lo hicimos - Aún en su enojo, Bruce se arrepintió de
lo que dijo.
Pero lo hecho, hecho estaba.
- Y supongo que como ya no soy Robin ni vivo contigo,
en el fondo piensas que no tengo ningún derecho de meterme en tus asuntos ¿no
es así? - A pesar de decirlo con seguridad, le dolía, y tenía la esperanza de
que no fuese así.
- Sabes que eso no es cierto - Pero si lo era. Era
exactamente lo que Bruce pensaba pero nunca se lo diría - Quiero que nos
larguemos de aquí, ahora - Esta vez alzó la voz
- ¡Bien! - Dick encendió el auto y arrancó con
brusquedad.
Empezó a conducir con mucha velocidad. No sabía adónde
iban, solo quería seguir conduciendo, rápido, para calmarse.
Estaba enojado y sobretodo dolido. No solo por esa
pequeña insinuación por parte de Batman, si no por ese pensamiento que lo
llevaba molestando desde hace ya días: Si él no se fuese ido, nada de eso
habría pasado.
Batman y Robin seguirían juntos, Jason Todd jamás
habría llegado a la vida de Bruce. Puede que incluso seguiría con vida lejos
del mundo de los héroes; y Bruce, él no estaría pasando por ese dolor.
Pero por otra parte, él seguiría siendo la sombra de
Batman, solo un ayudante, no un héroe; y no era justo, claro que no lo era. Él
lo sabía, había hecho lo que tenía que hacer y nada de lo que pasó fue culpa
suya. Ni de Batman, pero este no lo quería comprender.
- ¡No pudiste hacer nada! ¡no fue culpa tuya, es lo
que quiero que entiendas! - Dick se había vuelto a estacionar en un lugar aun
más aislado, lejos de la carretera. Había vuelto a apagar el auto y miraba a
Bruce con decisión - Tu y yo pasamos por un momento difícil, cuando a ti te
pasó...no sé cómo fue...pero cuando me pasó a mí, tu estuviste ahí conmigo y yo
no te lo pedí, impediste que hiciese alguna estupidez y es por eso que...-
- Ahora quieres ayudarme, lo sé... ¡Pero no necesito
tu ayuda! ¡Tu lugar ya no es conmigo! - Bruce también había perdido la
paciencia
- ¡No digas eso! Por mas enojado que estés conmigo,
por más lejos que me vaya ¡Mi lugar siempre estará contigo! - Ambos se
acercaban al otro, desafiantes y molestos
- ¡¿Entonces por qué no estás conmigo?! ¡¿Por qué
tuviste que irte de mi lado?! - Bruce sabia que se arrepentiría de esto
- ¡Porque tenía que crecer Bruce! ¡No podía ser un
niño para siempre! - Dick también pensaba lo mismo pero eran cosas que
necesitaban decirse - ¡Quería ser un héroe, como tú! Nunca lo seria siendo
Robin...-
- Lo eras...eras mi socio, ¡Éramos tu y yo contra
todo! -
- Aun podemos serlo ¡Ahora más que nunca! Bruce, tú...
- y pasó. Ninguno de los dos recuerda quien había empezado aquel beso.
Tal vez habían sido ambos.
Se besaban con brusquedad y torpeza. Había sido un
beso terrible, errante...pero así había empezado. Cuando se separaron y se
miraron, muy por el contrario de asquearse, ambos sintieron un hormigueo que
nunca habían conocido. Las manos de Bruce en el cuello y el rostro de Dick y
este tomándolo por el hombro y su rostro, se acercaron, esta vez más lento y
volvieron a besarse, como experimentando, y sus cuerpos rápidamente
reaccionaron ante el contacto.
Se abrazaron mientras se besaban. Dick empezó a besar
su rostro y su cuello mientras, con una pierna entre las de Bruce se
posicionaba encima de este.
Todo muy rápido.
Bruce lo abrazaba como temiendo que se fuera, y
mientras lo hacía, lo tocaba.
Hasta ese momento, Bruce no había caído en cuenta de
que Dick ya no era un muchacho, y que ahora era un hombre.
Nunca lo había visto de ese modo.
Buscó sus labios, un beso calmado y pasional y
prosiguieron con aquel acto. Ahí, aislados de todo lo demás. En aquel auto. Se
deshicieron de sus ropas, rápido y ambos empezaban a impacientarse, querían
mas.
Bruce bajó el asiento y se colocó encima de él en un
movimiento rápido. Dick sonrió antes de atraer su rostro y volver a besarlo.
Esa sonrisa se quedaría grabada en la memoria de Bruce
por siempre.
Bruce se había quedado con su capa, y ambos llevaban
el antifaz, como Richard había propuesto.
Luego de un rato de tocarse, de sentirse, de besarse
como si no hubiese un mañana, Dick se recostó y abrió las piernas alrededor de
Bruce. Bruce se posiciono con los brazos firmes alrededor de los hombros de
Richard
- Quiero entrar...-
- Entra...-
- Antes yo...debo...- Bruce tocó el trasero de Dick
con sus dedos, queriéndose adentrar pero Richard se lo impidió...
- No quiero que me prepares, no es necesario - Bruce
iba a protestar - Solo entra Bruce, te quiero dentro...- La mente de Dick lo
estaba torturando, imaginando como se sentiría tener a esa gran parte del
cuerpo de Batman dentro de él
- Pero te dolerá - Dijo Bruce casi por compromiso. La
idea de entrar así lo estaba volviendo loco.
- Tal vez...- sonrió - pero es parte de eso -
Apoyándose en su mano izquierda, lo besó y nuevamente se recostó alzando más
sus piernas. Ambos estaban consientes, y sentían que aquello estaba mal pero
por el contrario de pararlos, hacia aquel acto más excitante. Bruce no pudo más
y lentamente se adentro en aquel cuerpo.
Ninguno de los dos pudo evitar gemir...que acto tan
extasiante, Bruce no podía creer que se sintiera tan bien. Había estado con
varios hombres pero esto era diferente. Aquella vista...Dick arqueando su
cabeza con los ojos cerrados, gimiendo de placer, bajo su cuerpo...lo estaba
enloqueciendo.
Bruce daba embestidas lentas, pero firmes y profundas.
Richard se cegaba de placer al sentirlas. Sus piernas y brazos se movían como
buscando algo con que apoyarse.
Estuvieron así
un par de minutos minutos hasta que Dick se empezó a sentir incomodo, y
una idea muy excitante surcó su mente.
- Bruce, hagamoslo en cuatro - Bruce, tras una pequeña
pausa, contestó asintiendo la cabeza, sin decir una palabra, pero le dedico a
Dick una mirada que nunca había visto. Bruce le dio espacio para ponerse en
cuatro, y se permitió observar el sensual trasero de Dick por un segundo y
acariciarlo obscenamente, para luego buscar con su gran erección aquella
cavidad que lo esperaba con ansias.
Las embestidas continuaron, esta vez, más fuertes y
rápidas.
Ambos estaban en el más alejado y obsceno éxtasis.
Tanto que no podían evitar cerrar los ojos para soportarlo.
- Dick, voltéate...- Dijo Bruce con dificultad, cuando
sintió que estaba cerca de terminar.
A pesar de que aquella sexy posición le estaba robando
la cordura, no quería correrse de esa forma.
Se salió del cuerpo de Dick y este se volteó lo más
rápido que pudo.
- Mételo, rápido - Dick también estaba cerca de terminar.
Bruce lo penetró por completo de una vez, y ambos
gimieron ante la acción. Dick entrelazó sus piernas alrededor de la cintura de
Bruce y sólo bastaron unas embestidas más, las más fuertes y profundas, para
que Bruce terminara con todo su miembro adentro, y Dick terminara unos segundos
después.
Luego de una intensa mirada, se besaron y se
abrazaron.
Bruce se recostó encima de Dick. Sus respiraciones
seguían aceleradas y sus pensamientos empezaban a inundarlos pero por alguna
extraña razón, no se sentían tan culpables como creían que se sentirían al
terminal aquello, o más bien cómo querían sentirse para comprobar que seguían
teniendo una conciencia. Era como si tuvieran una especie de anestesia y por
más que querían torturarse, estaban tranquilos.
Ambos querían hablar, querían decirse algo, talvez
para sentir que aquello era real pero ninguno supo que decir y por ende no
dijeron nada.
Estuvieron un rato así. Bruce pesaba pero Richard lo
soportaba y le acariciaba la espalda y su negro cabello mientras veía a la nada
preguntándose si los descubriría la luz del día así.
Fue el sueño quien finalmente terminó con aquel
encuentro pues no estaban tan cómodos como para dormirse, de modo que se
separaron, se vistieron y se fueron a la mansión Wayne.
Tres de la mañana.
Ellos pensaban que era más tarde. El ambiente se tornó
incomodo y ninguno decía nada. Llegaron a la baticueva y se dirigieron a sus
respectivas habitaciones -Hace tiempo que Dick no dormía en su antigua
habitación- y entre pensamientos se quedaron dormidos.
Fin del flashback
Luego de aquella noche, guardaron cierta distancia,
pero Bruce había estabilizado su comportamiento en batalla lo cual alivió un
poco a Tim. Curioso de saber cómo Dick lo había logrado, fue a visitarlo.
Richard no quería hablar de eso y lo evadía. Al final sólo le dijo que habían
hablado mucho pero Tim no pareció convencido.
Casi un mes después fue Bruce quien, a altas horas de
la noche, se le apareció a Richard en su departamento y sin dejarlo preguntarle
qué pasaba, lo calló a besos y sin más terminaron haciéndolo nuevamente, esta
vez en la cama de Dick.
Con más pasión y más deseo, se devoraban el uno al
otro sin pensar. Eran bruscos y salvajes, pero no buscaban lastimarse. Se
necesitaban...y se estaban enamorando.
Bruce se percató de eso esa misma mañana. Dick se
había quedado dormido a su lado. No estaban abrazados pero estaban juntos. Al
principio, luego de haber terminado, ambos quedaron boca arriba, con sus
respiraciones aceleradas. Sudorosos y cansados.
Pero luego de un rato, cuando Bruce estaba a punto de
conciliar el sueño, Richard se volteó posando su mano en el pecho del mayor.
Bruce abrió los ojos y lo miró, ahora boca abajo y profundamente dormido. Puso
su mano derecha encima de la mano de Richard y se durmió.
La calidez que sintió al despertar en la mañana en esa
situación lo hizo ubicarse en la realidad: Se había enamorado y esa vez, se
trataba de un amor profundo que provenía de una fuerte amistad. Bruce sabia que
ya estaban en lo profundo del abismo, lo que no sabía es que todavía faltaba.
Aquella aventura, por supuesto, no culminó. Continuó
en encuentros furtivos cada tanto tiempo y que se basaban en puro y apasionado
sexo. A veces era en la mansión, otras veces en el departamento de Dick y
algunas otras en el mismo auto. Las ultimas habían sido por Dick pues le
parecía excitante pero a Bruce no le llamaba mucho la atención, prefería
hacerlo en una cama, y cuando Richard le preguntó el por qué, le dijo que era
porque terminaba muy cansado y así podía dormirse de una vez. Lo que no le dijo
es que en el fondo, al igual que el sexo, le gustaba dormir con él a su lado y
las veces que lo habían hecho en el auto no habían dormido juntos al final.
Alfred se enteró de todo desde la primera vez que lo
hicieron en la mansión. El ya sabía de las inclinaciones de su amo y nunca
estuvo de acuerdo, en su época las cosas no eran así, solía pensar; pero nunca
le dijo ni le diría nada a Bruce y cuando supo de esa relación con el joven
Grayson, como él lo llamaba, estuvo a punto de decirle su desacuerdo pero
prefirió seguir la anterior política para ahorrarse disgustos.
En cuanto a Tim, se enteró meses después cuando él y
Bruce investigaban un caso y a él se le ocurrió algo que creyó importante,
estando recostado en su cama, fue tanto que decidió ir a la mansión en ese
mismo instante y decírselo.
Era muy de noche.
Llegó a la mansión y luego de buscar unos minutos a
Bruce, lo encontró, pero no estaba solo. Al principio no reconoció a la persona
con la que se besaba tan apasionadamente en aquel oscuro estudio pero si supo
que era un hombre, lo cual ya lo había sorprendido. Y esa sorpresa aumentó
drásticamente cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y pudo
reconocerlo.
"Dick..." pensó. Tan distraídos estaban los
amantes que no notaron su presencia y aunque él quería que lo hicieran y le
dieran una explicación, no dijo nada y se fue por donde había venido.
Pasaron algunos días en los que Tim no había ido a ver
a Bruce, estaba confundido y no sabía que pensar ahora de su mentor. No se
trataba de que fueran hombres pues eso a él no le afectaba en nada. Lo que
realmente no concebía es que era con Dick.
Él era un niño cuando se conocieron y esa identidad
que ahora el usaba, había sido originaria de Dick.
Entonces empezó a desconfiar.
Siendo objetivos, el no conocía a Bruce realmente. ¿Y
si era un pervertido? ¿Y si esa relación había empezado cuando Richard era un
niño? ¿Había sido esa la verdadera razón de que se marchara? Tenía sentido, ¿Y
si ahora Nightwing solo estaba confundido, marcado por el pasado y ahora
pensaba que aquello estaba bien? Y si era así, ¿Qué le esperaba a él siendo
Robin? ¿Jason Todd también había pasado por eso?
Le dolía pensar aquello, se sentía defraudado y
decepcionado. Tenía que aclarar las cosas de una vez por todas pero no tenía el
valor de encarar a Bruce por lo que fue al departamento de Dick. Dick ya sabía
que Tim no había vuelto en días, el mismo Bruce se lo había dicho. Batman
estaba preocupado por esto, aunque ya se había asegurado de que Tim estaba bien
y seguía asistiendo a la escuela por lo que decidió no acercarse.
A Richard le sorprendió verlo nuevamente en su
apartamento pero aun más lo que le dijo una vez que había entrado.
"Lo sé todo" muy parecido a lo que le había
dicho cuando le pidió que volviera a ser Robin. Dick le pidió una explicación y
Tim se la dio sin pelos en la lengua, lo que había pasado, lo que había visto,
incluso lo que pensaba. Tim quería una explicación, que Richard le aclarara
todo para que su mente dejase de torturarlo.
Dick suspiró y lo invitó a sentarse. Le contó
todo,desde lo que pasó aquella noche en el auto, y le aclaró que ellos jamás
habían tenido una relación semejante hasta ese momento. Le respondió todas sus
dudas hasta que sacó a Tim de su confusión. Ahora que ya tenía las cosas
claras, Tim se sintió un poco avergonzado por todas las cosas que pensó acerca
de Bruce y el haberse alejado.
Tim luego se reunió con Bruce y le contó todo, desde
la noche que los vio hasta su conversación con Dick, incluso le confesó, avergonzado,
lo que pensó y se disculpó. Bruce se sintió avergonzado por todo eso. Sintió
más confianza del chico pero pensó que lo mejor era terminar ahí aquella
aventura.
Ingenuo.
Fue al departamento de Richard y empezó con un
discurso para convencerlo de que terminaran. Alegó sus diferencias de edades,
que era su hijo ante la ley, que ambos eran hombres, entre otras cosas. Dick
respondía a todo pero sin mucha pasión pues sabia como terminar aquella
discusión de una vez, y así lo hizo en efecto.
Sólo basto un beso apasionado que silenció los gritos
furiosos de ambos y aquella discusión había muerto en la cama de Richard, con
un acto sexual tan salvaje y apasionado que les sorprendió que la cama siguiera
intacta.
Esa discusión le hizo recordar a Bruce otra de las
razones de la partida de Richard, además de querer ser independiente, las
personalidades opuestas de ambos creaban peleas interminables y tal parecía que
las discusiones entre ellos eran inevitables.
Pero ahora era diferente, ahora tenían un punto y
aparte para sus discusiones: el sexo; y el sexo debía ser algo poderoso porque
siguió pasando el tiempo y su "aventura" no terminaba.
Cuando murieron los padres de Tim, ambos estuvieron a
su lado. Bruce decidió adoptarlo y Tim lo aceptó pues aun cuando sus queridos
padres estaban vivos, el ya veía a Bruce como una figura paterna. En cuanto a
Richard, lo veía como a un padre y también como a un hermano.
Cuando Jason Todd retornó, Bruce tuvo muchos
sentimientos encontrados, culpa y frustración. Al final, Bruce tuvo que aceptar
que Jason se le había ido de las manos y no podía hacer ya mas.
Cuando Damian llegó, no le dijeron de su relación y el
niño tampoco lo sospechó. Fue difícil al principio el lidiar con el chico, pues
la crianza no era algo fácil de borrar.
Ambos colaboraron para cambiar la forma de pensar de
Damian aunque pareciera imposible, y durante ese periodo sus encuentros
sexuales quedaron congelados.
Tras la supuesta muerte de Batman, Dick no sabia que
pensar o que sentir, era un dolor que arrasaba todo su ser, un miedo infernal
el que fuese verdad pero dentro de su ser resguardaba la esperanza de que
seguía vivo, y esa esperanza era su único consuelo.
Con recelo, aceptó el manto de Batman y posicionó a
Damian como robin, ya que veía a Tim como a su igual. Tim no lo aceptó como él
hubiera querido pero Damian lo necesitaba mas que nadie en ese momento (aunque
el niño no lo admitiese) y tuvo que dejar de lado a Tim, quien, compartiendo la
misma esperanza suya de que Bruce estuviese vivo, estaba decidido a buscarlo
por mar y tierra.
Ese periodo fue intenso, Damian era una personalidad
difícil de manejar y no lo veía a él como una autoridad. Pero al final fue
cediendo y en lo que a él respectaba, se llegó a encariñar mucho con el niño.
Al regreso de Batman, Richard nuevamente no sabia que
sentir. No sabía si cachetearlo o besarlo. No hizo ninguna de las dos,
consideró que el señor de la noche necesitaba tiempo y espacio para reorganizar
las cosas.
Él sólo esperaba que lo lograse.
Fue el tiempo el que al final puso todo en su lugar,
pero ellos no volvían a encontrarse. Era como si todo si hubiese reiniciado
desde cero, cada uno en sus cosas, pero ambos tenían la tranquilidad de que el
otro estaba bien y parecían presentir que "eso" vendría pronto.
Pero se equivocaban.
De la noche a la mañana, Damian Wayne había muerto en
manos de un clon de él mismo, creado y enviado por su propia madre: Thalia Al
Ghul. De hecho, esta al ver que Damian había cambiado y se había unido a los
buenos, puso precio a su cabeza.
Y terminó lográndolo.
Ese golpe había impactado de frente a Bruce, un dolor
incluso mas arrasador que el que sintió por Jason.
Dick, quien también estaba destrozado, sabia que esa
cicatriz nunca sanaría en su viejo camarada.
Pero esa vez Richard no le dio ni tiempo ni espacio,
decidió que esa vez estaría a su lado pues le preocupaba la salud mental del
mayor. Tanto así que volvió a la mansión sin preguntar nada, y Bruce tampoco se
negó.
Batman inició una búsqueda para revivir a su hijo, en
la cual Richard también se sumó. Pero dicha búsqueda se había convertido en una
auto-destructiva obsesión en Bruce y Dick tuvo que hacérselo saber. Esta vez el
estaba a su lado e impidió que Batman cometiese una estupidez.
A los meses, el mismo dolor provocó que Bruce
enfermara, y estuvo en cama por casi un mes. Entre tanto, Dick no hacia mas que
convencerlo de que destruyéndose a si mismo no iba a conseguir nada. Que lo
dejara por un tiempo y luego siguiera buscando.
Bruce había estado a su lado cuando sus padres
murieron y ahora él había pagado su deuda estando a su lado en la muerte de su
hijo, aunque ese era un dolor mucho mayor.
Bruce se fue calmando y estabilizándose, aunque sabia
que al igual que con la muerte de sus padres, nunca se recuperaría del todo.
Logró seguir adelante, ahora con una visión distinta
de la vida. Pensando en la facilidad con la que las personas que quería podían
irse y que el no podía evitarlo; y pensando como su mundo se derrumbaría si
llegase a perder a Richard, tomó una drástica decisión.
De noche, fue a la habitación del menor, tal y como
había ido a su departamento años atrás. Lo calló a besos y nuevamente, luego de
cuatro años, volvieron a hacerlo, con pasión y deseo, descargando todo lo que
sentían.
Cuanto lo necesitaban.
A punto de conciliar el sueño, Bruce le propuso a Dick
matrimonio. Richard, recostado en su pecho, rió un poco y dijo que si, creyendo
que era una broma.
No lo era. Y en la noche del día siguiente lo sabría.
Flashback
Bruce se había ido de la mansión al mediodía. Hacia ya
un tiempo que no pisaba la sede central de su empresa. Dick estaba mas que
tranquilo, finalmente todo empezaba a volver a la normalidad.
Cerca de las siete de la noche, Richard estaba
investigando un caso que tenía en el computador de la baticueva. Ya estaba
listo para salir a investigar en media hora, con unos jeans, una camisa blanca,
un cinturón con accesorios y una pistola. Sin identidad. Sólo siendo el mismo.
Bruce llegó a la mansión y entró a la baticueva, Dick
le preguntó como le había ido y continuó con su investigación. Batman, sin
responder, colocó dos cajas color pastel al lado del muchacho.
- ¿Qué es eso? - Preguntó Richard abriendo una de las
cajas, encontrándose con un anillo grueso, plateado y muy hermoso.
- No podemos casarnos sin anillos. Iba a llamarte pero
vi estos y me gustaron. Ya contrate a alguien para que se encargue de todo,
aunque, si no te molesta, me gustaría que fuese algo privado, con pocas personas
y...- Dick oía de lejos lo que Bruce decía. Se había quedado congelado, con la
cajita abierta en la mano
- Esto no puede ser en serio...- Casi susurró -
Bruce...- se levantó y lo encaró - ¿Es esto en serio?
- Pero yo te pregunté anoche y me dijiste que si -
- ¡Creí que era una broma! Bruce, no podemos casarnos,
la gente se volverá loca, es una locura. ¿y que hay de Bruce Wayne? No quiero
ni imaginarme...
- Pero me dijiste que sí - Dijo casi enojado. Richard
no supo que mas decir. No estaba seguro de querer casarse, pero...
- ¿Tú en verdad serias capaz? -
- Si no lo fuera, no te lo habría propuesto - Se
miraron fijamente por unos segundos - ¿Sabes? Estoy cansado, si no quieres, los
devolveré mañana...- Bruce salió de la baticueva y Dick no supo como detenerlo.
Estaba shockeado.
Aun así salió a investigar y en esas pudo despejar su
mente. No era que no quisiera, era que le parecía demasiado irónico, demasiado
cínico, no sabia si podría afrontar aquello. Contadas eran las personas que
sabían de sus inclinaciones por los hombres y la mayoría de los casos, no había
sido el quien se los había contado.
Pero lo que mas le sorprendía era la actitud de Bruce.
Siempre pensó que él mismo lo tomaba con mas calma que el mayor. La realidad
superaba a la ficción.
Volvió a la mansión a la una de la mañana, ya con una
decisión tomada.
Se metió lentamente entre las sabanas de Bruce y lo
despertó a besos. Batman rápido despertó y rápido correspondió los besos.
Empezaron a besarse, a abrazarse, a tocarse y desnudarse. Dick le sonreía,
parecía contento, eso le daba calma a Bruce y lo incitaba a continuar.
Ya completamente desnudos, se acomodaron como piezas
de rompecabezas, entrelazados y listos para proseguir. El calor de sus cuerpos
fundiéndose era un extasiante placer del cual no querían desprenderse nunca
más.
Al terminar, volvieron a la misma escena de la noche
anterior, con Richard recostado en el pecho del mayor; y, como si se tratase de
una segunda oportunidad, Dick le dijo que aceptaba su propuesta y que esa vez
era en serio. Bruce sólo acarició su cabello antes de que ambos cayeran
dormidos.
Fin del flashback
En un mes se realizó la ceremonia. Pequeña y privada.
Sólo amigos muy cercanos de ambos asistieron, aunque, estaban los amigos de los
héroes y estaban los amigos de las identidades secretas.
Pero todos los invitados tenían algo en común: No se
lo creían. No se lo creyeron cuando fueron invitados y no se lo creían aún
presenciándolo.
Pero nadie decía nada y de todas formas a la pareja no
podía importarle menos. Ya habían pasado por tanto, ya era hora de
establecerse.
El juez llegó unos minutos tarde pero cuando llegó se
oficializó la cuestión, ellos firmaron, los testigos también, y al final todo
el mundo terminó contagiándose por la emoción del momento. Bailaron un poco.
Hubo una gran cena, en la cual la pareja no comió casi nada ya que ellos tenían
sus propios planes.
Alrededor de las nueve, con las estrellas y las
incontables luces embelleciendo el centro de la ciudad, la pareja tenía una
reservación muy especial en unos de los sitios más turísticos de ciudad gótica.
El encargado que había contratado Batman, bah, al
final Dick terminó botándolo y organizándolo todo el mismo.
Aquel lugar era uno que el ya conocía de antes (Aunque
Batman nunca lo sabría) y era un lugar sin igual.
Un elegante restaurante, un fino bar, un candente club
nocturno, un abastecida panadería y pastelería que estaba en conjunto con una
pequeña heladería, todo esto conformaba sólo los primeros pisos de aquel gran
hotel, el cual, a pesar de lo hermoso y bien equipado que estaba, no era de
lejos uno de los mas costosos.
Esa es la razón por la cual Batman jamás lo había
visitado y estaba maravillado, mas que todo por el ambiente, el cual era oscuro
pero elegante, uno muy familiar para el. Aunque tenia esa pizca de juventud y
alegría, muy acorde a Dick.
Las mesas del restaurant estaban estratégicamente
ubicadas para que todas tuviesen una linda vista del resto del restaurant, para
que todas permitiesen el oportuno paso de los ajetreados meseros, y para que
todas diesen esa ilusión de estar un poco mas apartadas de las demás, mas
escondidas, mas oscuras, lo cual fue ingeniosamente pensado para las parejas y
los amantes.
En una de ellas se encontraba la pareja, escuchando la
buena música en vivo mientras comían y charlaban. Al principio la charla tenía
un toque tan de camaradería que nadie hubiera sospechado que ellos eran más que
amigos, pero luego de un rato, como si hubieran recordado que esa era su luna
de miel, empezaron a asumir sus papeles-
Esa noche habían varias parejas que celebraban lunas
de miel, y el restaurant les hizo un homenaje muy cursi para el gusto de Bruce
pero que mató de la risa de Dick mientras veía que su compañero no sabia en
donde meterse.
Cuando se fueron a su habitación, Bruce estaba mas
cansado que cuando volvía de su jornada como Batman. Aunque estaba feliz, ambos
lo estaban.
Terminaron su luna de miel antes de lo previsto, por
problemas de crimen en sus respectivas ciudades, pero no se quejaban, pasada la
semana hasta Dick admitió que era demasiado.
Empezaron a organizar su vida juntos y con el tiempo
todo empezó a tomar cierto orden.
- Entonces sólo sería cuestión de que conversara con
su esposo, y nos contactara para ver que han decidido - Perdido en sus
pensamientos, Richard tenia una vaga idea de todo lo que le había dicho el
joven.
- Claro, yo...hablaré con mi esposo hoy mismo y los
estaremos contactando...mmm, mañana en la mañana, ¿De acuerdo? - Dick se
levantó y extendió su brazo para estrechar la mano de John
- Perfecto, esperaremos su llamada -
El joven fue despachado por Alfred tras despedirse de
Dick.
Al Richard quedarse sólo volvió a la baticueva a
seguir investigando un caso que le había encomendado el mismo Batman, el cual
estaba en otra ciudad encargándose de otras cosas.
Dick podría decir que, por el momento, estaban en una
improvisada paz, tenia la sensación de que todo había vuelto a la normalidad,
aunque nada estaba asegurado en el mundo de los héroes.
Azumi Seguchi, 01/2017
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