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Este fanfic es la continuación de mi otro fanfic: Batman y Nightwing, pero a su vez, es un fanfic independiente, así que no hace falta leerlo para entender este.
- Cómic: Batman
- Pareja: Bruce Wayne y Richard Grayson
- Categorías: Ciencia Ficción, yaoi
- Capitulo único (Corto)
Damian
-
Sé que es difícil para ti, siendo él tu hijo, pero debes confiar en nosotros,
de lo contrario, en vez de revivir a uno perderemos a otro – Batman miró al
espelucado científico con seriedad.
Con franqueza, la apariencia alocada y
juvenil de aquel biólogo no daba ni un poco de confianza.
Pero su trabajo y su historia si que la
daba.
Aunque no era el sólo. Eran él y su
esposa.
Se trataba de una pareja conformada por
un biólogo y una neuróloga irlandeses. Ambos científicos.
Dar con ellos fue una odisea para Batman.
Sólo había pequeños rumores en Irlanda,
que se fueron convirtiendo en una leyenda urbana que parecía ser basada en
frankenstein.
Aparentemente, esta pareja ganó muchísimo
dinero en el sur del país rejuveneciendo personas a través de operaciones
quirúrgicas basadas en electricidad y compuestos químicos.
La mayor publicidad de la efectividad de
dichas operaciones estaba en ellos mismos, quienes cada vez se veían más
jóvenes. La gente con la que Batman pudo hablar le contaba que la pareja era
muy amable y cariñosa, y muy pulcros y dedicados en su trabajo, aunque cobraban
muchísimo dinero. Pero el dinero se volvía arena en comparación a los
resultados que sus clientes recibían. Por eso eran queridos y muy demandados en
los pequeños terrenos, alrededor de donde vivían.
Pero una noche corriente, una tormenta
inundó parte de su laboratorio experimental y mezclándose con los aparatos
eléctricos que yacían allí, electrocutaron a la esposa, quien se hallaba
presente.
Su muerte fue instantánea.
Se dice que el esposo, destrozado y
desesperado, no descansó ni un segundo hasta llevar sus investigaciones a
niveles extremos. Ya no se trataba de rejuvenecer, ahora se trataba de revivir.
Por más persuasivo que Bruce podía llegar
a ser, le fue imposible sacar alguna dirección. La gente simplemente no sabía
ni siquiera el nombre de nadie que tuviera alguna idea de lo que realmente
había pasado. Sólo sabían que el "joven" biólogo tomó toda la fortuna
y como alma que lleva el diablo, desapareció del pueblo.
Pero fue en ese punto cuando esa leyenda
irlandesa se juntó con una anécdota africana, en la cual se decía que una
familia muy adinerada del sur del continente africano, perdió a su hija menor
tras padecer esta, una terrible enfermedad.
Pero los padres, sin poder aceptar ese
hecho, buscaron año tras año hasta conseguir a una pareja de científicos cuya
esposa había sido revivida por el esposo muchos años atrás.
Efectivamente, tras muchos años, la
ciudad de donde provenía la familia se conmocionó al saber que la niña estaba
de vuelta, viva y justo como estaba antes de morir. Tanto, que seguía teniendo
la enfermedad que la mató en primer lugar. Afortunadamente, las cosas ya habían
cambiado con los años y con una operación de 6 horas, la niña se recuperó del
todo.
La falta de evidencia y colaboración de
los padres a compartir la historia hicieron que aquella anécdota no saliera de
aquella ciudad pero Batman tenía cabos que unir.
Se convenció de que las coincidencias
entre las historias eran demasiadas.
La familia se rehusó a decirle nada a Batman,
pues, no concebían a un hombre adulto disfrazado. Pero si le dieron detalles a
Bruce Wayne.
No por dinero ni nada material.
La imagen de un padre luchando por
revivir a su hijo se les hizo muy familiar.
Le dijeron que la pareja estaba en uno de
los lugares más fríos del planeta tierra, en un laboratorio subterráneo
inmenso; Le recomendaron que utilizase un gran electroimán para ubicarlos pues
eso era lo que ellos habían hecho. Le dijeron que no se molestase en ofrecerles
dinero porque ellos no lo aceptarían, ya que no podían hacer nada con el. Le
dijeron que si los encontraba, ellos lo mandarían a comprarles cosas que
necesitasen, aunque estas si que le costarían.
Con la información recolectada, fue
cuestión de meses dar con aquel aislado laboratorio.
Por más que hizo ruido para llamar su
atención, la pareja no salió. Le costó media hora dar con una tapa redonda y
metálica, parecida a la de las alcantarillas de la ciudad, que decía
"Bienvenido".
Cuando estuvo a punto de romperla, un
audio fuerte y claro, de una voz masculina, le dijo que no rompiera la tapa y
una voz femenina expresó que ya la habían tenido que remendar varias veces y
hacia frío afuera.
Acto seguido, la tapa se abrió y Batman
bajó por unas estrechas escaleras.
El corazón de Batman latió fuerte y
esperanzado al finalmente encontrarse frente a frente con la famosa pareja. No
aparentaban más de unos veintitantos. El esposo tenia el cabello suave y
castaño, algo rizado. Con leves pecas en su rostro y una piel curiosamente
acaramelada. Por otra parte, la esposa era rubia, con ojos saltones color café
y una sonrisa juguetona. Ambos estaban espelucados y sus batas de laboratorio
estaban algo sucias.
Luego de una calurosa bienvenida, como si
lo hubieran estado esperando, le indicaron que los siguiera.
Pasaron por muchas puertas grandes que
llevaban a muchos laboratorios increíbles, que poco o nada tenían que
envidiarle a la NASA.
Llegaron a una puerta cerrada que al
abrirla los llevó a una linda casa hogareña. Estaba colmada de aparatos
tecnológicos pero también tenia muebles y adornos que le dieron a Bruce la
sensación de haber vuelto a la ciudad.
Lo mandaron a sentarse y le ofrecieron
chocolate caliente y galletas. Las galletas parecían sacadas de una panadería y
el chocolate tenia ese delicioso toque sintético. Bruce se preguntó de donde
sacaban estas cosas estando tan aislados del resto del mundo pero no les
preguntó nada.
Efectivamente les dijo a qué había venido
y las reacciones que daba la pareja mientras escuchaban la historia eran tan
juveniles que estaba empezando a pensar que todo era una farsa. Pero los
científicos le dijeron que lo ayudarían, a cambio de que les consiguiese unos
compuestos.
Le dieron una lista con nombres que el en
su vida había visto pero eso era lo de menos. Si existían, el los encontraría.
Los científicos, como era de esperarse, le pidieron cantidades industriales y
pusieron pequeñas notas al lado de los nombres especificando estados e incluso
temperaturas.
Batman se preguntó como esos dos
muchachos hacían todo lo que hacían y de inmediato supo que la misión no iba a
estar fácil pero curiosamente, la exigencia de aquellos científicos lo hacía
sentir más seguro y hacía que sus esperanzas se incrementasen.
Le ofrecieron estadía hasta que se
sintiera listo para partir pero Bruce no tenia tiempo que perder.
Ya habían pasado casi dos años...
Batman fue quien aceptó la misión pero
Bruce Wayne fue el que se encargo de cumplirla. Científicos y exploradores de
todo tipo, muchos de ellos se preguntaban que querría hacer aquel hombre con
semejantes compuestos pero ninguno le preguntó nada.
Cada compuesto de la lista era una
aventura independiente. Los más fáciles estaban en el mercado, pero estos eran
pocos. Otros, estaban en los lugares mas recónditos del planeta. Para adquirir
estos, el trabajo de exploración fue lo que le costó ya que en sí, la mayoría
eran ridículamente baratos a causa de su inestabilidad. Los más costosos de la
lista fueron aquellos que no podían ser encontrados en la naturaleza y debían
ser creados artificialmente. Esos procesos, además de caros, eran laboriosos y
llegó un momento en el que el señor de la noche ya no podía hacer nada más que
esperar.
Ya había hecho todo lo que podía hacer.
El compuesto mas laborioso se tardaría
aproximadamente 5 meses pero entonces, Bruce finalmente tendría la lista
completa.
Por otra parte, Richard, como era de
esperarse, se dio cuenta de que Bruce estaba metido en un proyecto muy grande.
No estaba preocupado pues era Bruce Wayne quien estaba elaborándolo pero si
tenia algo de curiosidad.
- Bruce, ¿Puedo preguntarte algo? – Eran
alrededor de las 7 de la noche. Dick no patrullaría en Bludhaven esa noche y
tenia un pantalón de dormir gris y una camisa blanca puestos.
- Adelante, pregunta – Bruce contestó sin
mucho interés, estaba concentrado en la pantalla de la baticueva. Aun con la
dificultad de la misión de los compuestos, nunca dejó de lado sus deberes como
Batman.
- ¿Qué has estado haciendo estos meses,
Bruce? No quiero meterme en tus cosas...Sólo tengo curiosidad – Dijo mientras
posaba su mano suavemente en el hombro de su esposo. Su voz era suave y
calmada. No quería que Bruce pensara que era un reproche.
Efectivamente, Bruce sabia que no era un
reproche, aun así, se quedó callado por unos segundos. No sabía que
responderle, y como a veces menos es más, concluyó que esa era la respuesta. Al
fin y al cabo, era la verdad. Y si no podía ser honesto con él, su compañero y
su amante, entonces ¿con quien podría serlo?
Batman dejó de teclear.
- No se como decírtelo. De hecho, no sé
si deba hacerlo – Eso sólo encendió mas la curiosidad de Richard. En
definitiva, si no se lo decía, lo averiguaría por si mismo.
Y como si Batman hubiese oído sus
pensamientos...
- Pero de todas formas lo sabrás tarde o
temprano así que...- Bruce se volteó y lo miró serio y decidido. Pero cuando
estuvo a punto de decirle...- No me creerás.
- ¿Eh?
- No, en serio. No pensarás que estoy
bromeando pero si pensaras que estoy creyendo algo que no es cierto. Si en
verdad quieres saberlo, dame 3 meses. En tres meses te llevaré a un lugar, ahí
lo sabrás todo.
Dick alzó una ceja pero luego sonrió. Lo
besó cariñosamente tomando su rostro en sus manos.
- Vale, esta bien. Esperaré. Lo prometo –
Lo prometió en serio.
Pasados casi tres meses, el último
compuesto finalmente estaba listo. Bruce fue al gran laboratorio que había
alquilado para poder guardarlos a todos hasta que estuviesen completos. Se
percató de que no faltase ninguno y finalmente, sacando fuerzas de donde no
tenía, se enfrentó al cuerpo congelado y sin vida de su hijo, colocándolo junto
a los compuestos.
Todo su ser esperaba no estarse
equivocando.
Esa misma noche le dijo a Dick que se
pusiera su traje, que lo sabría todo.
Dick ni siquiera preguntó nada. Sólo se
puso su traje algo entusiasmado.
Con el batimóvil, fueron a una nave que
estaba en las afueras de la ciudad. Era inmensa.
Dick quería preguntar cosas pero se
resistía, quería observar y ya.
Estuvieron volando toda la noche, a pesar
de la gran velocidad a la que iban. Y ante la seriedad de Bruce, la inmensidad
de aquella nave, y la distancia recorrida, Richard estaba empezando a
inquietarse un poco, ¿Acaso se trataba de algo de lo que tuviera que
preocuparse?
Empezaron a volar a través de un lugar
cuyo cielo era precioso: morado y estrellado, pero que tenía un clima infernal.
La tormenta de nieve, la cual se veía gris en la oscuridad, era tan voluminosa
que parecía pasearse en tornados.
La nave podía soportarlo pero aun así se
tambaleaba.
El corazón de Richard palpitaba rápido
pero no preguntaba nada. Había decidido solo observar esperando el desenlace de
aquello y así, no presionar a Bruce.
Tras una hora metidos en aquel lugar,
cuyo clima cada vez se hacia mas intenso, Bruce finalmente se estacionó como
pudo justo al lado de la tapa metálica. Se agradeció a sí mismo haber puesto un
rastreador en ella la última vez.
Le dijo a Dick que esperara y se bajó de
la nave lanzando un cable atado a su cinturón, el cual tenía un potente imán
que se pegó a la tapa. De esta forma, Batman pudo llegar a ella.
Richard, desde la nave, sólo veía como
Batman llegaba con algo de dificultad a la tapa. Su corazón latía desenfrenado,
¿En que se habían metido? Vio como su esposo hablaba y supuso que alguien le
estaba conversando a través de algún audio.
Segundos después, vio al señor de la
noche regresar a la nave justo como se había ido.
Antes de que Richard dijera algo Batman
le comentó que los dejarían entrar por otra puerta. Acto seguido, encendió la nave
y voló unos metros mas adelante.
Entonces el constante sonido de la
tormenta fue obstruido por un sonido aun más fuerte y angustiante. Richard
abrió los ojos impresionado al ver aquella escena que parecía sacada de una
película de ficción con excelentes efectos especiales.
El suelo parecía abrirse en grietas
enormes, y la nieve, en vez de caer en ellas, era expulsada a los alrededores.
Batman acercó la nave un poco mas y las luces dentro de ella empezaron a
enloquecerse hasta que dejó de obedecer las ordenes de Bruce.
Pero la nave seguía moviéndose y
dirigiéndose a lo que ahora era un agujero exactamente redondo. La nave era
atraída cada vez más rápido hasta que pasó por la frontera de nieve que se
había formado alrededor del agujero y fue entonces cuando empezó a descender
dentro de él cada vez más lento.
Descendieron por un enorme y elegante
estacionamiento morado y negro, en el cual había naves y estructuras
tecnológicas de todo tipo. La nave aterrizó suavemente en una base redonda.
Salieron de la nave y bajaron por unas
escaleras, encontrándose con la "joven" pareja.
Los científicos estaban igual de
espelucados que cuando Bruce los conoció pero sus batas estaban mucho mas
limpias.
- ¡Bienvenido de nuevo mi vampirezco
amigo! No creímos que tardarías tan poco tiempo...- Dijo animado el esposo con
los brazos abiertos. Bruce no contestó nada.
- Veo que traes a un amigo, oigan, ¿Ahora
todo el mundo se disfraza? – Preguntó la esposa entusiasmada - ¡Yo también
quiero! Vayamos de visita amor, y compremos unos lindos disfraces
- ¡Si! – Ambos esposos se pusieron de
frente al otro, sonriendo con sus puños alzados frente a sus pechos.
- Yo quiero disfrazarme de vampira, como
Batman pero sin la mascara y con mas rojo
- ¡Yo también! Y nos pondremos colmillos
con sangre falsa en ellos...- Los esposos caminaron hacia la salida, hablando
entusiasmados. Cuando Bruce hizo ademán de seguirlos Dick lo detuvo.
Su paciencia ya había llegado a su
límite.
- Intente no presionarte Bruce, en serio,
pero ya no puedo mas. Explícame que es lo que está pasando ahora mismo, de
principio a fin – Richard lo miró serio.
- Richard, ¿no...- Bruce iba a pedirle
que esperara un poco mas pero ante la reacción de Dick, se rindió – Esta
bien...Richard, se trata de Damian – Richard abrió los ojos e hizo ademán de
decir algo pero Bruce no lo dejó – Me habías pedido que lo dejara por un tiempo
y luego continuara la búsqueda
- Te dije que la continuaríamos juntos
Bruce
- Estas aquí
- ¡Pero no entiendo nada! ¿Qué es este
lugar? ¿Quiénes son estas personas?
- Estas personas son la única esperanza
que tengo de recuperar a mi hijo...- Con una seña, Bruce le indicó que los
viera. La pareja hablaba entretenida en la puerta a lo lejos – Son científicos,
el es un biólogo y ella una neuróloga. Aunque no lo creas, estas personas están
pisando sus 100 años. Se que es una locura. Créeme que lo sé pero debes saber
que investigue muy a fondo – Dick no daba crédito a lo que oía.
>Actas de nacimiento, registros de
periódicos, muchísimas personas con muchísimas anécdotas. No fue fácil, la
historia de esta pareja parece solo una leyenda pero las discrepancias eran tan
pocas. Y todo parecía concordar – Dick desvió su mirada de la pareja y miró al
vacío con tristeza. La verdad, no creía una sola palabra. Creía que su amado
estaba tan destrozado por la muerte de su hijo que había caído en una gran
farsa pero no tenia corazón para decírselo.
Y como si Bruce hubiese escuchado sus
pensamientos...
>Se que existe la posibilidad de que
todo esto sea mentira. La actitud de estas personas es dudosa pero créeme que
ellos no tienen la más mínima necesidad de mentir. Ellos han creado tantas
cosas que si quisieran hacerse multimillonarios solo tendrían que mostrarle al
mundo uno de sus muchos inventos, ellos crearon todo esto...– Bruce sintió que
hablaba demasiado pero que no lograba convencer a Dick, de modo que decidió concluir
– Y además, ya estoy cansado...- Dick lo miró – En verdad quiero con todas mis
fuerzas que mi hijo regrese pero ya he buscado demasiado. He ido por demasiados
caminos y este es el único que me ha dado esperanzas. Si esto no funciona, no
buscaré más. Me daré por vencido. Lo prometo.
Dick sólo lo miró conmovido y lo besó. La
pareja los vio de lejos y empezaron a reírse nerviosos y sonrojados. Nunca
habían visto a dos hombres besándose, ¡Cómo había cambiado el mundo en su
ausencia!
Vieron que los hombres disfrazados se
acercaban, y aun exaltados decidieron no mencionar nada al respecto.
- Bueno Batman, ya ha llegado la hora.
Son muchas las cosas que tenemos que explicarte y el proceso será largo pero
antes, creo que deberían comer y dormir unas horas – Dijo la esposa un poco
seria
- Estamos bien – Respondió secamente
Batman
- No, imposible. Sin importar de donde
hayan venido deben haber viajado por lo menos unas 8 horas para hasta llegar
aquí – Dijo calmado el esposo
- Y si en verdad quieren que el proceso sea
exitoso, necesitamos estar todos en las mejores condiciones. Insistimos en que
coman algo y duerman, por lo menos, unas 6 horas. Luego de eso empezaremos –
Batman hizo ademán de protestar pero Dick lo tomó por el hombro
- Yo creo que es una buena idea, además,
ellos son los expertos, es mejor que les hagamos caso – Le dijo pacientemente
Richard, lo cual tranquilizó a Batman a sabiendas que lo estaba apoyando. En lo
que respectaba a Dick, ni modo, ya estaban ahí y lo apoyaría, esperando con
todo su ser que no fuese una farsa.
Eso sería otro golpe para Batman.
- Muy bien, entonces sígannos – Salieron
del salón y caminaron un poco mas de lo que Batman caminó la primera vez. Dick,
al igual que Batman en aquel entonces, miraba impresionado las inmensas puertas
que daban vista a grandes aparatos tecnológicos que siempre se hallaban en
movimiento.
Llegaron a la casa y los esposos
sirvieron un festín de comidas deliciosas y variadas. Dick, que era todo lo
contrario a Batman, preguntó todo lo que el mayor no había preguntado. ¿De
donde sacan tanta comida estando tan lejos? ¿Quién la cocina? ¿Cómo la cocinan?
Y empezando por ahí, cuando la conversación se tornó entretenida, empezó a
preguntarles cosas más puntuales, ¿Cómo se llaman? ¿De donde vienen? ¿Por qué
se vinieron? ¿Cómo viven tan lejos? ¿Cómo hicieron todo esto ustedes solos?
La charla resplandecía vida y rápido
Richard les agarró confianza. Eran gente alegre, agradable y parlanchina al
igual que él mismo. La conversación hubiese durado mucho más de no ser porque
Dick notó que su esposo estaba perdiendo la paciencia.
La pareja comprendió la indirecta y los
dirigió fuera de aquella casita para llevarlos a otra que decía
"Personas". Parecía una especie de hotel. Tenía una mesita con una
fuente en miniatura posada en ella, y dos escaleras que llevaban al mismo
pasillo con muchas habitaciones.
La pareja les indicó que podían escoger
la que mas les gustase ya que todas estaban equipadas y limpias y luego de
decirles eso empezaron a reírse de forma picara. Bruce y Dick los vieron
confusos y un poco desconfiados.
Nunca sabrían que la razón de aquella
risa era que los esposos sospechaban picaros que escogerían una habitación con
cama matrimonial, recordando el beso en el estacionamiento (o salón de
transporte, como ellos lo llamaban).
Y efectivamente así fue, escogieron una
con cama matrimonial, lo cual mató de risa a la pareja, ya habiendo salido del
lugar.
Antes de irse, les habían recomendado que
si no podían dormir sólo cerrasen lo ojos y se relajasen.
Bruce solo se acostó con los brazos
abiertos y Dick se recostó en uno de sus brazos, ambos boca arriba. Batman, a
petición de Dick, le contó un poco acerca del viaje que hizo para encontrar a
aquel matrimonio, y hablaron un poco acerca de aquella situación. Richard le
recordó su apoyo incondicional, y luego de un beso y unos segundos mirando al
techo, ambos se dieron cuanta de que estaban muy cansados y conciliaron el
sueño.
Bruce durmió 3 horas seguidas, luego
empezó a dormirse intermitentemente. Dick durmió seguido las 6 horas y luego
sólo se quedaron juntos y abrazados con los ojos cerrados hasta que se
cumplieron 7 horas.
Salieron de aquella habitación y de
aquella casita. Iban a seguir el camino por el cual, recordaban habían pasado
desde la casita donde comieron. Pero la esposa, a través de un audio, les
indicó otro camino que los llevó a un consultorio oscuro que sólo era iluminado
por una colorida pecera que contenía peces variados.
Ella estaba sentada en un elegante
escritorio y les indicó que se sentasen en dos sillas grises que estaban al
frente de él. Ellos lo hicieron.
Tenía un aspecto muy diferente, con su
cabello bellamente recogido, un conjunto elegante de tonos rosados y morados e
incluso estaba maquillada.
La esposa estaba concentrada escribiendo
en una especie de informes color púrpura. En su escritorio tenia muchos
papeles, plaquetas y frascos de sangre.
- Bueno chicos, empecemos. El proceso de
resurrección se basa en 9 procesos muy complejos – La esposa hablaba con una
voz suave y pausada. Batman y Nightwing se sentían como en una verdadera
consulta - Bruce, antes de continuar se me olvidaba agradecerte, de parte de
los dos, por los compuestos. Sabemos perfectamente que no son fáciles de
adquirir y menos en tan buen estado como tu los trajiste, te debemos mucho y es
por eso que nos aseguraremos de que todo salga muy bien – La doctora cerró los
ojos mientras sonreía y Bruce no pudo evitar emocionarse un poco. Por supuesto,
sin que fuese visible.
>Mientras dormían, extrajimos los
compuestos de la nave y también el cuerpo. Perdona que no te hayamos avisado
pero pensamos que seria mejor para ti que vieses lo menos posible de estos
procesos, ya que sabemos que es algo duro – Bruce se molestó un poco por la
imprudencia pero decidió que no discutiría por estupideces
>Lo descongelamos y déjame decirte que
esta en muy buen estado para el tiempo que tiene, eso nos ahorrara mucho tiempo
– Dick no daba crédito a lo que escuchaba. Una doctora hablando de la
resucitación de muertos de una forma tan natural, tan profesional, le parecía
una locura. Pero no decía nada, solo escuchaba
>Ahora que está descongelado, lo
pusimos en una cámara en donde tenemos maquinas que funcionan con láser, que
están tratando de rehabilitar todo lo que se pueda del cuerpo. Ese es el primer
proceso y tarda 3 horas continuas pero en esas horas adelantaremos otros
procesos y...
- Quiero verlo – Dijo Batman serio. La
doctora se sorprendió un poco y Dick también pero luego esta lo miró
comprensiva y sonrió dulcemente
- No te preocupes, ya iremos todos a
verlo. Mi esposo está supervisando ese proceso pero antes de ir necesito
adelantarles todo – Bruce no dijo nada y la doctora prosiguió – Bien, antes de
meterlo a la cámara le hicimos todos los exámenes que necesitábamos hacerle
para saber como proseguir y ya tenemos el proyecto computarizado. Mientras esta
primera fase se lleva a cabo nosotros prepararemos la tercera y la cuarta.
>La segunda etapa es la limpieza del
cuerpo, sacando lo que no sirva y preparándolo para la tercera y la cuarta etapa,
las cuales se hacen en el mismo sitio y consecutivamente. Para ellas, se mete
el cuerpo en una tina que está colmada de compuestos líquidos creados por
nosotros, y es a partir de allí que empezaremos a ver los verdaderos resultados
– La esposa presionó unos botones y en la pared se iluminó una pantalla con la
imagen de un salón con una tina púrpura – Llamamos a este lugar
"Matriz", pues en el recreamos todo lo que pasa en los nueve meses de
embarazo, de principio a fin. De esta manera, podemos someter al cuerpo como si
apenas estuviera naciendo pero mucho mas rápido, desde luego.
>De esta forma nos evitamos largas
operaciones y búsqueda de transplante de órganos. Es aquí cuando entras tu
Batman. Estos frascos – La esposa señaló a los frascos morados que estaban en
la mesa – están llenos de la sangre que pudimos extraer del cuerpo de tu hijo y
serán muy útiles pero solo como referencia.
>No podemos usar esta sangre para nada
pues ya no sirve. Afortunadamente, estas tú. Te extraeremos diferentes tipos de
muestras, de diferentes partes de tu cuerpo. Tranquilo, no será doloroso. Con
ellas recrearemos a Damian. Oh, aprovechando que ustedes son dos, queríamos
preguntarte si te importaba que tu compañero aquí – Señaló a Nightwing –
También aportase algo de sus muestras, siendo el mas joven, tendremos mas
variedad – Bruce no respondió, tenia una cara de pocos amigos.
- No hay ningún problema, extráiganme lo
que quieran – Dijo Dick entusiasmado.
- ¿Y tú que dices, Batman? – Preguntó la
doctora con las manos en su caderas
- Yo sólo quiero a mi hijo de regreso. A
mi hijo, el que se fue – Bruce decidió que era tiempo de decirle su verdadera
inquietud antes de que aquello continuara – El cuerpo, los órganos, la
sangre...Son lo que menos me importa. Quiero que mi hijo regrese. Con sus
recuerdos, su personalidad, con todo. Sé que suena a un imposible pero Jason
Todd...– Dick lo miró – Si con el se pudo, creí que con mi hijo también se
podría pero ya no sé si ustedes...
- No desesperes Batman – Dijo la doctora
seria. Ambos la vieron sorprendidos, como si viesen a otra persona – Sé que
estas preocupado pero para eso estoy aquí, para explicártelo todo y a medida
que vayamos haciendo el proceso irás entendiendo. Sólo te diré que te
devolveremos a tu hijo, con su personalidad, sus recuerdos, su conciencia y
también su cuerpo. Justo como estaba antes de morir. Sabemos como hacerlo. Yo
soy la prueba de eso – La esposa los miró fijamente. Ellos no dijeron nada. Y
ante su silencio, ablandó la mirada y les sonrió compasiva, para volver a
sentarse en su escritorio.
>Bien, ¿por donde iba? Ah sí. Con las
muestras de ambos, podremos prepararlo todo para las fases 3 y 4, las cuales
duran 5 horas.
>Cuando finalicen, el cuerpo estará
como nuevo. Con órganos nuevos y todo nuevo. ¿Les había mencionado que estas
fases comienzan al mismo tiempo que la 5ta fase? Veras, nosotros no reparamos
el cuerpo, lo reemplazamos con uno nuevo. Pero en el caso del cerebro, si lo
reemplazamos, sólo crearemos a una persona diferente con el cuerpo de tu hijo, y
no a tu hijo
>Deben saber que aunque sabemos lo que
hacemos, y lo hacemos muy bien, mientras mas intentamos explicar lo que
hacernos, mas preguntas tenemos. No quiero enredarlos en esto. Sólo voy a
decirles que extrayendo ciertas muestras de los restos del cerebro y, con los
procedimientos adecuados, haciendo que estos se compacten y se regeneren,
podemos recuperarlo todo en su totalidad – El corazón de ambos héroes latió con
fuerza
>Este proceso es el mas delicado de
todos porque para el utilizamos energía muy peligrosa para los seres humanos.
Así que solo la veremos desde una cabina y de lejos.
>Luego de que las 5 fases estén
completas, la 6ta comenzará siendo esta la única operación quirúrgica que se
realizará. Podrán estar presentes pero tomando las precauciones que les
indiquemos, ya que se utilizara la electricidad mas que todo. En esta
unificaremos el cuerpo y el cerebro. Inmediatamente empezará la 7ma etapa, en
la cual lo llevaremos a otro laboratorio en donde lo meteremos a un capullo en
el cual terminará de compactarse y se nutrirá. Ahí, Damian despertará – Bruce
no podía evitar ilusionarse.
>Pero, aun no habremos terminado.
Damian saldrá de ese capullo y caerá en un lago, en el cual, si todo ha salido
bien, llorará y se concientizará de su alrededor pero aun no recordará nada así
que para la 8va fase, lo sacaremos de ahí y lo llevaremos a una cámara a la
cual llamamos el portal del tiempo. La llamamos así por cultura ya que no tiene
nada que ver con el tiempo, ahí sólo recibirá choques eléctricos que terminarán
de despertar todas las partes de Damian y le permitirán volver del todo.
La doctora hizo el símbolo de paz con los
dedos mientras sonreía.
>Y listo, tendrás a tu hijo de vuelta.
Los héroes no supieron que decir, así que
no dijeron nada.
>Bien, ya Damian tiene un poco más de
una hora desde que lo metimos en la cámara. Vamos a verlo – La doctora se
levantó y presionando unos botones en la pared, hizo que se abriera una puerta
gruesa que les mostró unas escaleras mecánicas verdes con flechas negras –
Vengan chicos – Bruce y Dick obedecieron y fueron detrás de la esposa.
La esposa fue indicando la dirección con
una pantalla que se movía con las escaleras, y en menos de un minuto llegaron a
un pasillo de una sola puerta, la cual decía "Cámara de Luces".
Entraron y se encontraron en una oscura
cabina. El esposo estaba sentado en una silla grande al frente de una maquina
de control, la cual estaba conectada al gran ventanal.
- Me alegro de que hayan logrado dormir
unas horas caballeros y espero encarecidamente que mi adorada esposa les haya
aclarado algunas de sus dudas. Espero puedan perdonarme por no mirarlos pero no
puedo perderme ni un segundo de este proceso – El esposo sólo miraba fijamente
a través del ventanal
La esposa hizo que tres sillas salieran
del piso y ella y Dick tomaron asiento. Pero Bruce, como hipnotizado, sólo se
acercó al ventanal a observar. El cuerpo de Damian no se veía, sólo se veía una
especie de capsula plateada con grandes agujeros, en los cuales, unas grandes
maquinas con forma de inyectadoras, suministraban un especie de rayos de
diferentes colores.
El esposo le dijo a Batman que el proceso
iba bien. Aunque no es hasta las dos horas que empiezan a notarse los cambios.
Batman le dijo que quería verlo y el medico le mostró una pantalla en donde se
podía ver adentro de la capsula.
Su hijo sin vida...Batman no pudo verlo
más de unos segundos.
La esposa les dijo que, ya habiéndolo
visto, la siguieran hacia un laboratorio en donde empezarían a sacar las
muestras.
No fueron allí directamente.
Primero, con algo de resistencia,
comieron unos emparedados, con jugo y frutas, ya que la doctora les dijo que
era necesario. Luego, en el laboratorio, la doctora los inyectó en varias
partes del cuerpo y estuvieron todo el tiempo acostados en unas camas
individuales mientras unos tubos les extraían sangre y otros líquidos que
desconocían y que no querían conocer.
El proceso duró 45 minutos, en los
cuales, a petición de ambos, la doctora les dio mas detalles acerca de los
procesos que venían, en especial los últimos.
La desconfianza había terminado. Con la
explicación en el consultorio, la doctora había logrado ganarse sus confianzas
y ya no tenían de menor duda de que aquella peculiar pareja sabía lo que estaba
haciendo. Aunque aun sentían ese enorme miedo de que algo saliese mal, o de
estarse equivocando.
Volvieron a la cámara y luego de un rato
interminable, la etapa terminó. Los enormes laser se apagaron y la capsula, que
se hallaba suspendida por una plataforma negra, bajó.
El esposo les explicó que automáticamente
la capsula viajaría hacia el laboratorio en donde se llevaría a cabo la
limpieza. En este proceso hubo unos percances con algunas maquinas que no
querían funcionar, lo cual puso los pelos de punta a todos, pero la pareja
logró mantener la situación a raya hasta que encontró la solución y el proceso
se llevó a cabo. Tardó una hora. En la cual, el matrimonio los llevó al vientre
y con unas cascadas y chorros multicolores, llenaron una piscina inmensa que al
final resultó ser de un tono de rosado claro pero intenso.
Fue aquí cuando la pareja volvió a
separarse.
La doctora se dirigió al laboratorio en
donde el cerebro de Damian ya estaba siendo enviado. Ella supervisaría la fase
5. En cuanto a ellos, se quedaron con el esposo en el vientre (Bruce quería ir
a la parte del cerebro, pero Dick lo persuadió de que se quedaran ahí).
El esposo les comentó que el primer baño
(Fase 3) duraría media hora, y que luego vaciarían la piscina, la llenarían de
otros compuestos y empezaría el segundo baño que duraría de 4 a 5 horas.
Unos segundos después, unas grandes
maquinas sumergieron al cuerpo de Damian en la piscina.
Tras el primer baño, en el cual todos
estuvieron observando fijamente, el cuerpo de Damian empezó a restaurarse hasta
parecer una especie de muñeco de cera, lo cual le dio un sabor amargo a Dick
pero ilusionó un poco a Bruce.
Vaciaron la piscina y la llenaron otra
vez, ahora los chorros multicolores crearon una piscina con un morado y un
verde que no se juntaban, como agua y aceite.
Richard le propuso a Bruce que fueran a
la nave a dar un paseo, que les haría bien despejarse un rato. Batman se negó
pero Richard le confesó que apenas había logrado ver aquello por media hora y
que no soportaría verlo por 5 horas, Bruce le respondió que no podía dejar a su
hijo.
Entonces, el biólogo le dijo a Bruce que
apoyaba la sugerencia de Richard ya que pronto comenzarían procesos que eran
serían difíciles de ver para él. Le dio una pantalla en la cual le mostró una
visión entera de la habitación, en la cual también se veían a ellos mismos y
tenia una excelente visión de la piscina y de Damian.
Y, deslizando la pantalla con el dedo, le
mostró otra imagen, esta vez, de una cabina en la cual estaba la esposa, quien
vestía un enorme traje naranja parecido al de un astronauta, observando, a
través de un ventanal purpura, unos rayos de colores, muy potentes, que
apuntaban a un mismo punto central.
Al Bruce mostrar interés, el científico
le comentó que también podía acercar la imagen y que con el mismo aparato podría
comunicarse con ambos para preguntar cualquier cosa. Tras estos argumentos,
Batman accedió.
A través del mismo aparato, el esposo les
indicó la dirección a seguir para llegar al estacionamiento y él mismo, desde
su control universal, les abrió la cabina y controló la nave para una salida
segura. Ya habiendo pasado la frontera de nieve, le advirtió a Bruce que le
devolvería el control y así fue.
La nave se tambaleó un poco pero Batman
supo manejarlo y salieron de ahí. Bruce le preguntó a Dick adonde quería que
fuesen y este le contesto que saliesen de aquel lugar infernal, argumentando
que, tras llegar a la tormenta de nieve, les tomó una hora llegar al
laboratorio. Con una hora saliendo, un rato fuera, y una hora regresando. Les
tomaría máximo 3 horas, y el baño era de 4 a 5.
Durante el recorrido no dijeron nada. No
sabían que decirse.
Curiosamente, les tomó 45 minutos salir
de la tormenta. Pensaron que talvez se debía a que todavía era de día.
Se estacionaron al lado de una enorme
roca y se bajaron de la nave. La temperatura aun era fría y la brisa fuerte
pero era algo que podían soportar. Dick usó sus cuchillos para quitar un poco
la nieve de la gran rosa, la escaló y se sentó. Se sintió aliviado al ver el
sol pues tenía la sensación de haber estado en otro mundo las últimas horas.
Bruce sólo lo observó recostado en la
pared de la nave. Presionó un botón en la pantalla que el científico le había
dado y vio la habitación. El doctor estaba sentado en el suelo, observando.
Acercó un poco la imagen pero no pudo ver bien el cuerpo de Damian pues este se
hallaba inmerso en una espesa espuma.
Presionó un botón y le preguntó al doctor
que qué era esa espuma. El esposo pareció sorprenderse un poco al escucharlo
pero pronto le respondió que eran la células madre externas ingresando en el
cuerpo. Ellas lo prepararían todo para la regeneración.
Bruce no respondió ni preguntó mas nada.
El doctor tampoco.
Deslizó la pantalla encontrándose con la
cabina en donde la doctora veía fijamente a través del ventanal, esta vez con
un casco azulado encima de su casco transparente. Batman no tuvo que preguntar
el por qué de más prevención ya que los rayos se habían vuelto tan potentes que
ya no se veía nada sólido, sólo una intensa luz amarilla y unas oleadas
anaranjadas que chocaban torpemente con el ventanal.
Bruce acercó la imagen tratando de
divisar algo a través del ventanal pero en cuestión de unos segundos sus ojos
empezaron a doler y quitó la imagen. Tan concentrado estaba que no se percató
de que Richard se había bajado de la roca y lo veía expectante.
Cuando ambas miradas se cruzaron, ambos
tuvieron la necesidad de decirse algo pero seguían sin saber qué decirse. De
modo que no dijeron nada.
Al menos, no con palabras.
Pero Richard se abalanzó a abrazarlo con
todas sus fuerzas. Decidió que eso era lo que Bruce necesitaba.
Este se quedó estático ante el abrazo
pero luego lo correspondió con más fuerza.
Se apartaron un poco, se miraron y se
besaron.
Un beso apasionado que ambos necesitaban.
Bruce cambió posiciones colocando a Dick contra la nave y empezó a devorarlo.
Abrieron la nave y entraron, abrazándose y besándose.
Se lanzaron contra el piso sin despegarse
y sin dejar de besarse y de tocarse. Ninguno quería pensar en nada, querían
despejarse. Pero la imagen del cuerpo de Damian en la piscina surcó la mente de
Batman y como si hubiese despertado de un trance, se apartó lentamente de Dick.
Richard, aun recostado en el piso, lo
miró confuso pero luego comprendió y le sonrió.
- No te preocupes, Bruce – Se sentó
mientras lo tomaba por la nuca hasta darle un casto beso – No puedo ni
imaginarme lo que estas pasando, pero estoy aquí...- Richard unió su frente con
la de Bruce – Estoy aquí para ti, para lo que quieras. Si no quieres decir
nada, no digamos nada. Tranquilo, estas conmigo – Permanecieron así unos
segundos, con los ojos cerrados y sus frentes juntas. Dick lo acariciaba
mientras llevaba su mano al pecho del mayor y acariciaba su nariz con la suya.
Bruce sólo se dejaba hacer. Maldición,
estaba tan confundido. No veía hora para que todo aquello terminara. Y esa
angustia de que al final no funcionase, de que todo lo que habían hecho hasta
ese momento fuera en vano, no se desprendía de su pecho.
Pero las caricias y el calor de su amado
anestesiaban un poco su dolor.
Con delicadeza Dick lo volvió a abrazar
mientras seguía acariciándolo y mimándolo. Bruce sólo se dejaba hacer,
agradeciendo el tenerlo ahí y no haber sido tan idiota como para cargar con
todo aquello sólo.
Como siempre hacía.
Cuando ya casi llevaban media hora en
aquel lugar, decidieron que ya era momento de regresar. Richard decidió
conducir de regreso. Bruce no se negó y en el camino revisó en la pantalla como
iba todo. Al principio no se veía ningún cambio en el lado de la piscina pero
en la cabina, las luces se habían tornado completamente rojas y la doctora no
estaba ahí.
Bruce preguntó el por qué y la doctora,
quien al principio parecía no comprender de donde venia la voz, cuando entendió
respondió que en la cabina ya no puede haber ningún ser viviente pues el vidrio
ya no era capaz de contener la energía acumulada y sólo la transformaba a una
mas pequeña pero que igualmente podía ser letal sin importar que tipos de
trajes se estén usando. Le comentó que volverían pasada la hora.
Bruce se alejó de la pantalla un rato en
el cual Dick trató de buscarle conversación para distraerlo, sin mucho éxito.
Pero eso pasaba hasta cuando el caballero
de la noche estaba de buen humor.
Luego de un recorrido, que pareció mas
largo de lo que realmente fue, llegaron al laboratorio. 10 minutos después, y
con la guía de los científicos, llegaron a la piscina. Ahí encontraron a los
dos genios sentados en el piso. La esposa abrazaba sus piernas mientras el
esposo la abrazaba con un brazo. Ambos con las cabezas juntas viendo a lo que
había dejado de ser una piscina y ahora era un inmenso tubo en el cual el
cuerpo de Damian estaba sumergido sujetado en el centro por unos grandes tupos
transparentes y en posición fetal.
Bruce no cabía en su sorpresa.
- ¿Qué fue lo que pasó? – Dijo
boquiabierto acercándose al inmenso tupo
- Ah, mi vampirezco amigo, excelentes
noticias. El proceso no podría ir mejor. Está en un excelente tiempo y no ha
habido ningún percance. El cuerpo ha reaccionado muy establemente y ya sus
órganos están prácticamente estructurados, no han llegado a la parte del tejido
pero falta poco – El doctor dijo esto tranquilo, sin moverse de donde estaba.
- Esas si son buenas noticias ¿no crees
Bruce? – Dick se acercó a él por detrás, tomándolo por el hombro.
Pero Bruce no respondió nada. Veía el
cuerpo de Damian como hipnotizado, pensando que debía ser cierto que el proceso
iba bien.
Se notaba.
Había dejado de parecer un muñeco de cera
y si no fuera por la explicación que la doctora les había dado, hubiera caído
en la ilusión de que ya estaba vivo.
Sus negros cabellos se movían con aquel
burbujeante líquido verde y su piel había agarrado un poco de color aunque aun
seguía un poco transparente y unas luces anaranjadas deslumbraban desde
adentro. La doctora le explicó que eran los órganos formándose.
Estuvieron un rato viendo fijamente. En
tales condiciones a Dick había dejado de deprimirle observar. Ese aspecto era
esperanzador.
La doctora se levantó anunciando que iría
a la cámara. Bruce dijo que iría y Dick no lo detuvo, por el contrario, fue con
el.
Pasaron nuevamente por las escaleras
automáticas verdes y llegaron a un pasillo blanco con varias puertas. La
doctora abrió una de ellas para sacar unos trajes que parecían de niño.
Moviendo un poco el cuello de los trajes, la doctora hizo que estos se fueran
agrandando.
Antes de ponérselos, la doctora les pasó
un pequeño frasco que contenía una crema blanca. Les indicó que se la untaran
por todas las partes descubiertas. Eso hicieron mientras ella lo hacia con otro
frasco. Sólo fue cuestión de segundos pues en su caso sólo eran las manos y el
rostro.
Les entregó unos lentes negros que
parecían de buceo. Luego les entregó los trajes, los cuales eran mas pesados de
lo que pensaban. En realidad, se trataba de muchos trajes, uno encima de otro.
Del cuello, la doctora les indicó que sacasen un gorrito desplegable y que con
el tapasen su cabeza, dejando libre solo la nariz y los ojos.
Luego se pusieron los cascos
transparentes y encima otros cascos azules. La doctora presionó unos botones en
la puerta abierta y unas maquinas los monitorearon y untaron una especie de
aceite en sus cascos.
La esposa cerró aquella puerta y se
dirigió a la del medio, de la cual hizo que sobresaliera una pantalla.
Visualizó una especie de graficas, como analizándolas, y cuando se convenció de
que era conveniente entrar, hizo que se abriese la puerta.
Entraron a una habitación muy pequeña, en
la cual fueron monitoreados por unas luces azules. La esposa les indicó que
extendieran sus brazos a los lados. Y se pusieran uno detrás de otro.
Así lo hicieron.
Unas maquinas les colocaron una especie
de brazaletes negros y gruesos en las muñecas, en los codos, en la cintura, en
las rodillas y en los tobillos.
- ¿Listos chicos? – Ambos asintieron – Si
empiezan a sentir mucho calor, a sentir nauseas o cualquier incomodidad no
traten de resistirlo y díganme inmediatamente. Hablo en serio. No sirve de nada
revivir a uno para que mueran dos – Ambos sudaron frio para luego asentir con
la cabeza – Bien, aquí vamos
La doctora abrió la puerta y de inmediato
ambos vieron unos rayos azules y violetas que eran lanzados hacia un cerebro
palpitante que se hallaba suspendido en el centro de la habitación. Dichos
rayos, luego de traspasar el cerebro, perdían su forma y su estabilidad,
ramificándose y chocando contra la pared.
A pesar de que no entendían absolutamente
nada de lo que pasaba, ninguno de los dos preguntó nada. Estaban en esos
momentos en donde las preguntas eran tantas que no se les ocurría ninguna.
Sólo observaban.
La doctora les dijo que el hecho de que
el cerebro ya pareciera un cerebro significaba muy buenas noticias, y que lo
más probable era que Damian, el que estaban buscando, ya se hallase ahí, frente
a ellos.
El corazón de ambos héroes palpito muy
rápidamente.
- Damian, hijo...- Murmuró Bruce como
esperando que él lo escuchase.
Se quedaron un rato observando y a medida
que pasaban los minutos, más forma tomaba el cerebro y más escasos y tenues
eran los rayos.
Ya pasada la media hora, el cerebro se
veía en perfectas condiciones.
- Ya es hora de que nos retiremos caballeros
– Ambos se voltearon a mirarla – Este proceso casi termina e inmediatamente el
cerebro viajará a otro laboratorio en donde invernará hasta que el segundo baño
termine – La doctora salió, Dick la siguió pero Bruce decidió darle un ultimo
vistazo al cerebro
- Damian... - Todas las emociones
acumuladas en su pecho lo estaban matando
Cuando sintió que iban a llamarlo, salió
rápido de la habitación. Cuando entró a la pequeña habitación, la doctora y
Richard estaban semidesnudos
- No sean penosos y quítense todo, ya va
a empezar el baño – Los hombres obedecieron hasta que todos estaban
completamente desnudos.
Entonces la luz blanca que iluminaba el
pequeño cuarto se apagó dejándolos en penumbras
- Tranquilos, todo está bien – Dijo la
doctora
Entonces una luz morada proveniente del
techo iluminó la habitación ascendiendo su luminosidad. Cuando ya alumbraba
todo les cayo encima. Se trataba de un liquido muy espeso color purpura que
irradiaba luz.
Los cubrió a todos y Richard y Bruce sintieron
que aquella pegajosa sustancia se movía sola, buscando cubrir hasta las partes
mas privadas. Pero todo iba tan rápido que no tuvieron ni tiempo de quejarse.
Acto seguido, un líquido amarillo verdoso muy caliente cayó del mismo sitio,
quitándoles la sustancia pegajosa.
Pasados esos dos incómodos baños,
finalmente recibieron un generoso chorro de agua.
Se restregaron hasta asegurarse de que no
hubiera ningún rastro de aquellas sustancias en sus cuerpos. Cuando el agua
dejó de caer, la luz blanca volvió a encenderse y una tapa en la pared se abrió
ofreciéndoles sus respectivas ropas limpias y secas.
Se vistieron y salieron.
Siguieron a la esposa hacia el otro
laboratorio esperando no tener que darse un baño así otra vez. Llegaron a una
habitación oscura en donde había muchas neveras industriales y extrañas, y
enormes tubos con sustancias diversas en ellos.
Decidieron que mientras menos supieran
mejor, así que no le preguntaron nada a la doctora.
Caminaron entre aquel extraño museo hasta
que finalmente llegaron a un gran tubo relleno con una especie de gelatina
verde que irradiaba luz, y que en su centro tenía suspendido el cerebro de
Damian.
- El segundo baño ya debe estar por
terminar, aquí el cerebro estará a salvo hasta el momento de insertarlo – Bruce
notó que el tubo tenía una elegante placa negra en la cual tenía grabado el
nombre de Damian, la fecha de ese día y unas medidas que el no supo
identificar, en una bella escritura dorada.
Bruce se preguntó como la habían hecho
tan rápido pero habiendo presenciado todo aquel proceso, no le sorprendió del
todo.
La doctora les pidió que la siguieran,
desviándose del camino central, pasando entre el cerebro y otro tubo. Se
detuvieron en un sector oscuro, frente a una pared roja. La esposa presionó
unos botones haciendo que se abriese una puerta que los llevó a un pasillo
estrecho, que conducía a una puerta.
Al entrar se encontraron en una
habitación de operaciones, con una camilla y muchos aparatos, tubos y maquinas
alrededor.
- Aquí será la operación – Dijo la
doctora dirigiéndose al otro lado de la habitación y encendiendo una pantalla
en la cual aparecieron esquemas y algoritmos en movimiento – Ya tenemos la
operación digitalizada y la supercomputadora que está en la Matriz está
enviando todo lo que monitorea en el baño a tiempo real. Una vez que culmine,
lo veremos en pantalla y sabremos que el cuerpo viene para acá. Por la rapidez
en la que el proyecto se está alimentando, imagino que ya debe estar
culminando.
La científica miró a la pantalla unos
segundos, como analizando, y luego, como si hubiese recordado su presencia, les
indicó que tomasen asiento en unas sillas rojas.
- Cuando el cuerpo ya este en camino, nos
pondremos los trajes.
A pesar de lo que dijo la doctora, el
proyecto seguía recibiendo y recibiendo información y el baño no terminaba. La
neuróloga, ya inquieta, habló con su esposo para asegurarse de que todo
marchara bien, recibiendo como respuesta que hubo una acumulación de ácidos en
el colon pero que ya lo había resuelto.
En cuanto a Bruce y a Dick, estaban
angustiados.
5 horas y 13 minutos desde que empezó la
3ra fase, finalmente la computadora apagó su pantalla verde oscura y la
reinició con una pantalla rosada que palpitaba mientras mostrabas secuencias y
datos.
- El cuerpo ya viene – dijo la doctora
aliviada – No es necesario que se quiten sus trajes – Se acercó a la pared e
hizo que unos uniformes azules junto con unas batas blancas salieran colgando
de esta – Pónganselos rápido
Mientras los tres se vestían, un agujero
se abrió en la pared, dando paso a un enorme conductor plástico que se conectó
con un tubo fijo en la habitación. A través de él, empezó a entrar una
sustancia gelatinosa verde brillante y con ella viajó el cerebro, estando éste
sujetado por unos cables transparentes tan delgados que parecían simples
cuerdas.
Unos segundos después, un sonido mecánico
se fue acercando a la habitación y la puerta al otro lado de la habitación se
abrió, acto seguido entró una enorme capsula gris recostada encima de una
camilla móvil.
La camilla que ya estaba en la habitación
se encogió y se metió en un cajón en la pared, siendo reemplazada por esta
móvil.
Segundos después entró el médico con una
sonrisa calmada.
- Cariño, ven a cambiarte la ropa rápido
– Le dijo la esposa terminado de ponerse la gruesa camisa azul.
- Claro, querida – El doctor se apresuró
a tomar su traje mientras los otros tres se colocaban sus batas.
La doctora sacó una caja de plástico y
les pasó a todos unas mascaras de oxigeno.
- No se las vayan a quitar en toda la
operación, si sienten que les están suministrando poco oxigeno o nada de
oxigeno, salgan de la habitación por aquella puerta – Les dijo la científica
colocándose su mascara y señalándoles la puerta por la cual su esposo había
entrado.
Ambos asintieron.
- Y no nos vayan a interrumpir durante la
operación por nada del mundo, les advierto que comprometerían todo el proceso
si lo hacen – Los doctores se dirigieron a diferentes partes de la habitación,
apretando botones y buscando aparatos y herramientas. Al final, Batman y
Nightwing sintieron que estaban en otra habitación.
La pareja apagó la luz, encendiendo unas
rosadas en las esquinas y una lámpara multicolor en el techo que sólo apuntaba
a la capsula. Las pantallas también iluminaban la habitación y se movían al
centro, en donde estaban los doctores.
- La operación durará unas tres horas. Si
se sienten mal salgan por aquella puerta y cuando quieran comer, aprieten el
botón de la pantalla que está al otro lado del pasillo. Les repito que no deben
interrumpirnos por nada del mundo. Ni siquiera nos hablen – Dijo el esposo
colocándose su mascara de oxigeno
- Éxito...- Les dijo Dick y luego abrazó
a Bruce con un brazo, recostando su cabeza en el hombro del mayor – Todo va a
estar bien...- Le susurró
Batman sólo veía lo que hacían los
doctores concentrado, esperando que nada saliese mal.
La operación se dividía en muchas fases,
las cuales no seguían una secuencia concreta y obligaba a los doctores a
realizar cada uno una fase diferente.
Grandes maquinas alrededor les brindaban
las herramientas que necesitaban y también parecían monitorearlo todo,
preparando terreno y lanzando al cuerpo rayos de colores repetitivamente.
Los científicos estaban completamente
inmersos en lo que hacían, como si todo lo demás no existiese. En cuanto a los
héroes, con sus uniformes y sus mascaras de oxigeno puestas, sentados en las
sillas rojas, sólo observaban fijamente.
En las 2 horas y 40 minutos que duró la
operación, ninguno de ellos salió de la habitación. No importaba el hambre que
tuviesen, el cansancio o la ansiedad, permanecieron ahí estáticos observando
expectantes.
Sentían que si se iban o se distraían,
algo iba a salir mal.
Cuando el cerebro fue colocado en el
cuerpo, la capsula volvió a cerrarse y empezaron choques eléctricos. En una de
esas, se escuchó la voz de Damian gritando.
Bruce, por instinto, se levantó e hizo
ademan de meterse pero fue detenido por Dick, quien le recordó que no debían
interrumpir.
Lo sujetó hasta sentarlo de nuevo, diciéndole
que todo estaría bien.
Eso era lo que le había dicho durante
toda la operación, además de abrazarlo, mimarlo y brindarle todo su apoyo. Y
Bruce, quien nunca contestaba ni lo miraba, en el fondo se lo agradecía mucho.
Cuando terminó la operación, las luces de
las maquinas se pagaron y las luces blancas de la habitación se encendieron.
Los doctores se derrumbaron en el suelo,
exhaustos. Y la camilla salió sola de la habitación.
Las maquinas empezaron a organizarse,
ocultándose en las paredes u ocupando sus puestos correspondientes.
La pareja se levantó del piso con
cansancio, les indicó que ya podían quitarse todo y que irían a la casa a
comer.
- ¿Y que hay de Damian? – Preguntó Bruce
- 00344 (El nombre de la camilla móvil)
lo llevará al nido, lo meterá en un capullo y ahí empezará la 7ma fase –
Respondió el doctor quitándose la bata
- ¿Y no puedo llevarlo yo al capullo? –
Los doctores se miraron y suspiraron. Con algo de fastidio, la doctora se
dirigió a una pantalla en la pared y empezó a teclear.
- Listo, 00344 se detendrá en la entrada
del nido. Iremos para allá y tú lo meterás en el capullo.
Terminaron de quitarse todo y salieron de
la sala. Pasaron Por unos pasillos oscuros y la pareja se detuvo, ante la
mirada de pocos amigos por parte de Bruce y la sonrisa nerviosa de Dick, en una
de las pantallas a ordenar un festín para comer.
Continuaron caminando hasta llegar a la
gran puerta en la cual, 00344 estaba estático con la capsula que llevaba a
Damian.
Al acercarse a la puerta, todos
escucharon el sonido de un gran chorro de agua. Aunque, por supuesto, no era
agua.
Abrieron la puerta observando una
habitación iluminada por inmensos capullos verdes, morados y azules que estaban
por encima de una gran piscina que se estaba llenando con una sustancia espesa
azul que irradiaba luz.
Batman y el primer robin, pudieron
apreciar que había capullos completamente nuevos pero también había otros
abiertos y rasgados.
- Una vez que se usan los capullos,
¿Quedan inutilizables? – Preguntó curioso Dick.
- Pues no pueden usarse para colocar a
otra persona. Los capullos extraen muchos componentes del cuerpo que se mezclan
con los compuestos con los cuales, estos están creados. Como resultado, los
capullos terminan siendo una concentración de compuestos que jamás hemos
identificado ni tampoco hemos intentado buscarles uso – Explicó la doctora, con
las manos en su cintura.
- Además, nos gusta dejarlos ahí.
Son...como recuerdos – comentó animado el doctor – Bueno Bruce, tu turno...- El
esposo se acercó a la capsula y la abrió. Entonces Bruce, luego de la
operación, pudo ver a su hijo.
- El...respira...- Batman no cabía en su
felicidad
- Claro que respira, todo su cuerpo
funciona correctamente, ¡Está vivo mi draculoso colega! Pero mentalmente, aun
está muy distante. El capullo se encargará de terminar de compactar todo hasta
que Damian reaccione, ¡Será él mismo quien rasgue el capullo y salga de ahí! –
Decía emocionado el doctor. La esposa se acercó a el y entrelazaron los brazos mientras
le sonreían a Batman
Dick se acercó a este y le tomo el
hombro, también abrazándolo. ¿Será que finalmente terminaría su sufrimiento?
Bajo las indicaciones de la pareja, Bruce
tomo a su hijo en brazos, con cuidado. Su piel estaba fría pero era cálida ante
el tacto, y su respiración era lenta y tranquila, como si estuviera dormido.
Era tanta la vitalidad que irradiaba, que a Bruce le costaba creer que hace
horas, aquel cuerpo no tenia nada de vida.
Y observándolo mientras lo cargaba,
sintiendo la espesa sustancia azul mojando sus piernas, empezó a torturarse a
si mismo con pensamientos.
¿Será que realmente ese niño, que se
hallaba entre sus brazos, era su hijo? ¿El que él había perdido? ¿Y si era él,
acaso aquello era lo correcto? ¿Y si Damian estaba en un lugar mejor? ¿Y si él
estaba interrumpiendo su descanso?
Bueno, pero...Ya era tarde para pensar en
esas cosas, además, nada de aquello cambiaba el hecho de que en algún momento,
Damian volvería a morir. Pero Bruce no lo vería. Cuando eso pasase ya él
estaría muerto y Damian ya lo habría enterrado muchos años atrás, como debía
ser.
Jamás volvería a ver el cuerpo muerto de
su hijo, jamás volvería a enterrarlo, jamás volvería a buscar en los confines
de la tierra para revivirlo, aquella pareja...esa sería la última vez que los
vería...
Eran promesas que se hacía a él mismo
mientras se colocaba debajo de un hermoso capullo azul y siguiendo las
instrucciones del matrimonio, lo alzaba hacia arriba mientras el capullo bajaba
y lo iba extrayendo con hebras pegajosas que sobresalían de el.
- Damian...- Su hijo, pensaba Bruce, no
había llegado a su vida para morir. Él sabía que aquel niño tenía una vida
colmada de cosas increíbles por delante. De no ser así, el no habría luchado
tanto para revivirlo.
Son muchas las personas valiosas que
había perdido en el camino. ¿Por qué no había luchado por revivirlos a ellos?
¿Un lazo paternal? ¿Y que hay de Jason Todd entonces? No, debía haber algo más,
alguna fuerza poderosa, más grande que ellos, que lo había impulsado a aquello.
Por que Damian, en efecto, haría algo
increíble, algo que iba mas allá del planeta tierra.
Aunque esto, claro está, Bruce no lo
sabía.
Cuando el capullo ya tenía bien sujeto a
Damian, empezó a ascender. Batman estuvo a punto de llorar pero tuvo la fuerza
suficiente para contenerse.
Era Batman, después de todo.
Pero Dick, su fiel amante, sabia que
Bruce estaba experimentando un remolino de sentimientos encontrados. Sólo
esperaba que entre ellos, estuviese una profunda felicidad.
Cuando el capullo cubría del todo a
Damian, salieron de la habitación. Los doctores esperaban que Batman objetase y
quisiese quedarse pero este no dijo nada. Sólo los siguió de camino a la
salida.
Fueron a la casa de los científicos y
comieron un buen festín de comidas sabrosas, e incluso se dieron el lujo de
brindar ya que la operación había sido todo un éxito. Bruce no compartía su
emoción pues seguía muy preocupado por los resultados finales pero los
doctores, con el apoyo de Dick, lograron que Bruce tomase y charlase un poco
con ellos.
De todas formas, Damian estaría dentro
del capullo de 3 a 5 horas.
Los doctores habían configurado la
pantalla que le habían entregado a Batman para que este pudiese ver en el nido
y verificar que todo estuviese bien. Aunque esto sólo lo hicieron para que
Batman se sintiera con más control de la situación ya que una enorme
computadora en su casa también les mostraba todos los cambios, monitoreando y
enviando los datos a tiempo real.
...........
3 horas y 47 minutos después, el capullo
de Damian empezó a moverse.
Al ver esto en las pantallas, todos se
levantaron de golpe y fueron corriendo por los pasillos e incluso por las
escaleras verdes.
En menos de un minuto, ya habían llegado.
Cuando entraron, el capullo estaba
estático pero todos miraron fijamente hasta que, minutos después, volvió a
moverse.
Pudieron divisar los brazos de Damian
estirándose y deformando el capullo, acto seguido, este empezó a tambalearse.
- ¡Damian! Ya voy hijo...- Bruce estuvo a
punto de ir a sacarlo pero fue detenido por los otros tres.
- Debes dejar que lo haga sólo, si no es
capaz de hacerlo es porque algo salió mal...- Dijo el doctor mirándolo
comprensivo.
A Batman no le quedó otra opción que
ceder y seguir viendo como Damian luchaba por salir de aquel capullo. Pateaba y
golpeaba torpemente sólo por instinto. La verdad es que Damian todavía estaba
dormido, pero muchos escenarios borrosos y etéreos se acumulaban en su cerebro,
dándole una inquietante sensación.
No percibía lo que pasaba a su alrededor.
No sabia quien era ni recordaba nada. Sólo sabia que estaba atrapado y quería
salir, necesitaba salir.
Y fue un gran rasgón lo que finalmente
abrió el capullo, haciéndolo caer en aquella sustancia azul y espesa que ahora
era profunda como un lago.
Cuando cayó Bruce corrió a ayudarlo.
Nadie lo detuvo.
Se sumergió buscándolo con las manos pues
no podía ver nada. Subía a la superficie para ubicarlo y seguía nadando.
Cuando por fin llegó a él, recibió dos
fuertes patadas por parte del niño quien no dejaba de moverse y estaba a la
defensiva.
Como pudo, lo tomó y lo llevó a la
superficie. Al llegar, ambos tomaron una buena bocanada de aire y Damian empezó
a toser fuertemente.
Bruce sólo lo abrazaba, sintiendo su
tibio cuerpo mojado y acariciando su cabello.
- Hijo...- Damian aun no recordaba nada
pero se aferró a aquel extraño hombre para, acto seguido, empezar a llorar como
sólo había llorado el día en que nació.
Y es que había vuelto a nacer.
Como pudo, Batman los llevó a la orilla y
los sacó del lago en donde fueron recibidos por unos entusiasmados científicos
y un Dick que no podía creer que realmente hubiese funcionado, y no cabía en su
alivio.
Esperó que respirasen un poco y los
abrazó a ambos.
- Bienvenido de vuelta, Damian – Richard
acarició el cabello y la mejilla del niño. Damian sólo respiraba
aceleradamente. Sus mejillas estaban rojas y tenía frio. Pero seguía aferrado a
aquel hombre que no conocía, apoyando su cabeza en su pecho.
- Muy bien, muy bien ¡Todo ha salido
perfecto! – Exclamó la doctora – Pero Damian, como les había comentado, aun no
recuerda nada, ni siquiera sabe quien es. Pero no se preocupen. Todo eso está
en su cerebro, y puede que salga con el tiempo pero nosotros no somos muy
pacientes así que le daremos un empujoncito, ¿Si recuerdan la 8va fase?
- ¿Es realmente necesaria? – Preguntó
Batman, sorprendiendo a todos los presentes, menos Damian quien apenas si
entendía lo que decían.
- Emm, claro que es necesaria. Como te
dije, Damian aun no recuerda ni siquiera quien es...-
- Pero dijiste que con el tiempo lo
recordará...
- Pero eso es sólo una posibilidad,
podría tardar años o talvez nunca suceda...y ahí si no podríamos decirte nada
porque ninguno de los sabe de psicología...- Los doctores miraban confusos a
Batman, Dick también.
No concebían su actitud.
- Bruce, hemos seguido los pasos al pie
de la letra hasta ahora, y aquí tienes los resultados. Sé que es difícil pero
sólo es un paso más y tendrás a Damian. Al que se fue, con sus recuerdos, con sus
técnicas de lucha, con su difícil carácter y personalidad. Todo eso volverá hoy
mismo – Richard hablaba suave y pausadamente mientras acariciaba el negro y
mojado cabello de Damian para luego acariciar el cuello de Bruce.
Bruce sólo se aferraba mas a su hijo. No
decía nada, y sabía que en esos momentos no estaba siendo muy racional. Pero
tenía miedo, mucho miedo. Trataba de ocultarlo pero no se sabe lo que se tiene
hasta que se pierde.
Él sabia de eso.
Pero ahora su niño respiraba, vivo entre
sus brazos, y sólo quería llevarlo a casa.
Tenía miedo de que la 8va fase saliera
mal y en vez de terminar de mejorar, estropease todo lo que habían logrado
hasta ese momento.
Miró los hermosos ojos de su esposo, miró
a los doctores que ya no sabían que decir y cuando estuvo a punto de decir
algo...
- Tu...- Todos se miraron entre sí como
buscando al dueño de la voz para luego posar sus expectantes miradas en Damian.
- ¿Damian? – Bruce miraba su negra
cabellera. No podía ver su rostro porque estaba clavado en su pecho
- Tu...deberías hacer lo que ellos dicen
– Dijo finalmente Damian. Bruce lo miró confuso, no se esperaba esa frase
- Damian... ¿Sabes quien soy? – El
corazón de Bruce latía muy rápido
- No...pero quiero saber...- Damian se
aferró más a Bruce y no dijo nada más.
No había nada más que decir.
En 10 minutos ya estaban en una inmensa
habitación blanca, que se centraba en lo que parecía ser un portal redondo.
Pero no lo era. Era sólo una puerta. Los doctores lo habían construido así
porque les parecía divertido que se pareciera a las maquinas del tiempo de las
películas.
Aquella gran puerta llevaba a una cámara
parecida a la cabina en la cual habían recompuesto el cerebro de Damian pero
esta cabina estaba cuidadosamente hecha para que un ser humano pudiese
sobrevivir a ella.
La fase, por mas complicada que
pareciese, era rápida.
Consistía en llevar a Damian al centro,
dentro de una burbuja gigante de plástico. Estando ahí, Damian sería sometido a
choques eléctricos lo suficientemente fuertes como para penetrar en los lugares
mas recónditos de su cerebro, en los cuales faltaba actividad, haciéndolos
reaccionar, sin causarle ningún daño a Damian.
Pero, a pesar de que Bruce había
comprobado en todo el proceso que aquel matrimonio si sabia lo que hacia, sus
dudas lo perseguían hasta el final y exigió poder entrar a la cámara con el.
Cuando Batman dijo eso, los doctores se
miraron y sonrieron. Se lo esperaban.
- Está bien, irás con él pero debes
escuchar lo que voy a decirte con mucha atención. Entraras en la burbuja con
Damian pero no debes tocarlo en ningún momento ni acercarte a las paredes de la
burbuja, si lo haces, recibirás mas electricidad de la que puedes soportar y
eso sería muy peligroso.
- ¿Y como es que a Damian no le afectará?
- A Damian no le sobra electricidad en su
cuerpo, por el contrario, le falta y por eso debemos hacer esto. Es como un
vaso medio vacio, puede recibir más pero un vaso ya lleno...- La doctora decía
esto mientras iba a una camilla en donde Damian estaba sentado.
El doctor se le acercó a Bruce,
entregándole un dispositivo.
- Debo advertirte, mi vampirezco amigo,
que este procedimiento sólo lo hemos hecho con personas que sabemos necesitan
de estos choques y por tanto no van a causarles daño. Es la primera vez que una
persona, que no ha muerto, entra a la cámara. Por eso, si te empiezas a sentir
mal, mucho calor, dolor en cualquier parte de tu cuerpo, empiezas a perder
alguno de tus sentidos, debes presionar este botón inmediatamente...
Bruce no contestó nada y el doctor,
pensando que Batman no entendía lo que decía, suspiró, se acercó mas a él y
concluyo
- Sé que es difícil para ti, siendo el tu
hijo, pero debes confiar en nosotros, de lo contrario, en vez de revivir a uno,
perderemos a otro – Batman miró al espelucado científico con seriedad.
Desvió su mirada para ver a Damian quien
estaba siendo revisado por la doctora. Claro que confiaría en ellos, lo había
hecho todo ese tiempo y podía hacerlo una fase más.
- Les doy mi palabra de que así será –
Contestó finalmente Batman.
El doctor sonrió satisfecho.
La doctora terminó de chequear a Damian y
le explicó que sería lo que pasaría. Damian escuchaba con atención pero no
decía nada. Entendía todo lo que ella decía y honestamente, tenia miles de
preguntas pero decidió no preguntar nada. Si era cierto que después de aquello
recordaría quien era y todo lo demás, entonces preguntaría luego de eso.
Con todo ya preparado, se apagaron las
luces. Dick y Bruce, a esas alturas, sabían que eso significaba el comienzo de
la fase.
Bruce y Damian entraron a la burbuja y
esta fue transportada a la cámara. Luego de que los laser siguieran una especie
de patrón alrededor de ellos, empezaron los choques.
Damian trataba de aguantar el dolor y
Bruce, quien también sentía las descargas pero las soportaba, trataba de
aguantar las ganas de tomarlo entre sus brazos e impedir que los rayos
siguieran hiriéndolo. Pero se convencía de que era lo mejor.
Para cuando se dio cuenta. Le dolía mucho
la cabeza pero nunca presionó el botón. Sabía que estaba rompiendo su promesa
pero tenía que verificar que todo estaría bien con Damian.
Entonces un inmenso tubo entró por
"el portal" y se incrustó en la burbuja, succionando a Batman. Este
puso resistencia.
- "Recuerda lo que hablamos Vampiro,
confía en nosotros" – Le dijo el doctor a través de un dispositivo.
Bruce miró a su hijo, quien tenía los
ojos cerrados, soportando. Deseo no estarse equivocando y dejó que el tuvo lo
succionara.
Cuando salió del portal, Bruce cayó
desmayado.
...........
Cuando Bruce despertó, las luces seguían
apagadas.
Vio los rostros borrosos de la doctora y
de Dick. Y escucho sus voces a lo lejos.
- Tal parece que ya despertó...¡Sí! ¡Ya
despertó! – dijo la doctora entusiasmada cuando Bruce ya podía escuchar bien.
- No se si besarte o golpearte, Bruce,
¿como se te ocurre? Eres tan obstinado...- Decía Dick mientras este se sentaba
en aquella camilla en la cual Damian había sido chequeado.
- ¿Y Damian? – Dijo algo adolorido
- Todavía está en la cámara, sólo pasaron
unos cuantos minutos – Le dijo Richard
- Ya casi va a salir – Sentenció el
biólogo, quien se encontraba viendo fijamente al portal.
Bruce sintió algo de culpa por haber roto
su promesa. Que idiota había sido, ¿Revivir a Damian para dejarlo sólo?
- Lamento no haber cumplido...- le dijo
al doctor levantándose de la camilla.
- Está bien...- El doctor se volteó y
sonrió – yo nunca tuve hijos así que no sé si es lo mismo pero cuando estaba
recuperando a mi esposa, corrí muchos más riesgos, créeme – La esposa se
sonrojó y sonrió nerviosa
Bruce la observó. Es como si hubiera
olvidado por completo que esa mujer al frente suyo había estado muerta. Así
como la habían revivido a ella, también habían revivido a su hijo.
Ya no tenía duda de eso.
El toque de la tibia mano de Richard
sobre la suya lo sacó de sus pensamientos.
- Todo va a estar bien, ya casi termina –
Le dijo suavemente tomándolo por el hombro.
Dicho y hecho.
Unos minutos después, las luces del portal
se apagaron y las blancas luces de la habitación se encendieron.
La burbuja salió y Damian estaba tirado
en ella, respirando aceleradamente.
La burbuja aterrizó y se abrió, dejando a
Damian tirado en el suelo. Bruce corrió hacia él y se hincó.
- Hijo...- Damian, al escuchar su voz, se
volteó y lo miró. Damian trató de soportar pero eran demasiados recuerdos,
demasiados sentimientos encontrados golpeando con fuerza en su pecho. Clavó su
rostro en sus piernas flexionadas y empezó a llorar amargamente.
Bruce no pudo hacer más que abrazarlo con
fuerza. Sabía lo terrible que Damian debía sentirse pero en ese momento no
compartía sus sentimientos. Estaba feliz, muy feliz. Su hijo había regresado
Los doctores celebraron y Dick los miraba
sonriente.
Tanta felicidad a su alrededor,
sintiéndose él tan impotente, estaba enfureciendo a Damian. Y cuando estuvo a
punto de callarlos a todos y pedir explicaciones...
- Bienvenido de vuelta, hijo...- Damian
sólo pudo llorar mas fuerte y corresponder el abrazo.
Azumi Seguchi, 01/2017
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