El sujeto en Teresa Waltz
El cielo de aquella noche, a vísperas del invierno, estaba
cubierto por espesas nubes que impedían ver alguna estrella. Sin embargo, la luna
llena no se dejaba opacar. Irradiaba su luz, penetrante y serena, iluminando
cada centímetro de Ciudad Gótica.
La luz recaída en el cuerpo cansado de Bruce Wayne,
quien caminaba a paso lento desde su auto hasta la entrada de su mansión. La
sombra que se formaba en el piso se hacía cada vez más grande a medida que se
acercaba, hasta desaparecer al haber llegado a la puerta.
Trató de no hacer ruido al entrar, ya que sabía que
Alfred ya estaría dormido, aunque también sabía que, por sus agudos sentidos,
de todas formas se despertaría. En cuanto a Richard, sabia que no estaba, pues
esa noche Nightwing cubría a Batman en su lucha contra el crimen, ya que Bruce
Wayne había tenido que asistir a una fiesta (aburrida, como siempre) pero en la
cual, era necesaria su presencia, por el bien de la empresa, del resguarde de
su identidad e incluso para el mismo Batman.
Si, porque en esas fiestas no se bailaba. Sólo se
tomaba y se hablaba con las personas. Y hablando con las personas, Bruce Wayne
podía estar al tanto de las novedades de Ciudad Gótica y en varias ocasiones,
había logrado adquirir datos útiles para el caballero de la noche.
Subió a su dormitorio, el cual compartía con Dick, y
decidió tomar una larga ducha caliente.
Lo necesitaba.
Había algo que lo tenia inquieto aquella noche. Algo
que había estado en boca de todos en la fiesta.
Se trataba de un hombre misterioso, el cual nadie en
la fiesta había visto, pero se decía que era muy alto y robusto.
Se rumoreaba que había mandado a construir, en un
tiempo considerablemente corto, una gran fortaleza en las afueras de Teresa
Waltz y que, además, había comprado todas las propiedades que no estaban en uso
en dicha ciudad.
Ahora estaba haciendo lo mismo en las ciudades
vecinas, incluyendo a Ciudad Gótica.
Y era en ese punto cuando la atención de la burguesía
de Ciudad Gótica era llamada, ¿Quién era ese hombre? ¿Cómo es que tenía tanto
dinero? ¿Qué pretendía monopolizando las ciudades?
Algunas personas decían que era un italiano, dueño de
alguna línea comercial y que sólo buscaba puntos de venta. Otros afirmaban que
era ucraniano y que era heredero de una gran fortuna…y así como estas
anécdotas, había muchas más.
Todas falsas.
Pero eso Bruce ni lo afirmaba ni lo negaba.
Más sin duda le intrigaba aquella persona y estaba
decidido a averiguar quien era y asegurarse de que todo estuviese en orden.
Aunque un extraño presentimiento se concentraba en su
pecho de sólo pensar en él.
………
- Si quieres, yo puedo investigar quien es - Le ofreció
Dick sonriente mientras se ponía una camisa blanca, la cual no pensaba abotonar
y que no tapaba casi nada de su completa desnudez.
- No quiero que pierdas tu tiempo con eso. Lo
más probable es que solo sea un sujeto rico que compra propiedades porque puede
comprarlas. Llamaré a Barbara y asunto arreglado - Respondió
Bruce con los ojos cerrados, aun desnudo bajo las blancas sabanas. Con los
brazos flexionados y su cabeza apoyada en las palmas de sus manos.
- Bueno, si tu lo dices...- Dick se sentó en la orilla de la cama, al lado de
Bruce y le dio un profundo beso, el cual fue correspondido inmediatamente. Acto
seguido, Bruce lo tomó por el cuello y por la cintura y lo acostó en la cama,
posicionándose encima de él.
- ¡B-Bruce! Suéltame, debo ir a trabajar - Bruce lo
volvió a besar.
- Quédate conmigo hoy, igual estuviste
trabajando toda la noche - Bruce empezó
a besar el suave cuello de su amante.
- ¡Pero eso mi
jefe no lo sabe! - Dijo Dick
sonriente mientras ponía una mano en el pecho de Bruce.
Como le encantaba ver a su esposo así.
- ¿Y eso que importa? - Bruce quitó
la mano de Dick de su pecho, lo tomó por la espalda y lo besó con pasión - Aún…No sé...Por qué sigues trabajando…- Decía Bruce
entre besos mientras Richard buscaba fuerza de voluntad para responderle y
zafarse. Pero no conseguía que decirle y honestamente no quería zafarse…
Lo amaba tanto…
- Bruce, ¡Tengo que trabajar! A diferencia de
ti yo no tengo una empresa…
- Si que la
tienes. Estamos casados ¿Recuerdas? Todo lo mío es tuyo…Dick…
- Hmm
Ahhh…Bruce…- Los ojos de Dick sólo irradiaban deseo y
muchísimo amor. Tomó el rostro de su amante y lo besó, empujándolo hasta
sentarlo y acomodarse en sus piernas. Entonces la pareja empezó a devorarse,
abrazándose - Bruce, yo…Te
amo - Dijo Dick
respirando con dificultad y apoyando su frente con la de Bruce - Pero…debo ir
a trabajar - Sentenció
Dick pícaro para, acto seguido, acostarlo en la cama de un empujón y lanzarle
la sabana, la cual cayó lentamente sobre el cuerpo del mayor.
Dick se dirigió al baño entre risas.
Acalorado y aún excitado se dispuso a tomar una ducha
fría
No sabía de donde había sacado fuerzas para alejarse de
aquel cuerpo que tanto necesitaba pero ya que lo había logrado, el deber
llamaba. El nunca había considerado que las cosas de Bruce fuesen suyas, aunque
legalmente fuese así.
Además, amaba su trabajo y estaba inmerso en un caso
muy importante, el cual estaba llevando a cabo tanto con Dick Grayson como con Nightwing.
En cuanto a Bruce, aún yacía en la cama matrimonial,
estático, justo como Dick lo había dejado. Ni siquiera se había molestado en
quitar la sabana que cubría parte de su cuerpo, sólo había cubierto sus ojos
con su brazo tratando de normalizar su respiración.
El calor del cuerpo de Dick aún permanecía impregnado
en todo su cuerpo.
En definitiva, sólo su esposo podía ponerlo en ese
estado. Tan lujurioso y sediento aun después de haber hecho el amor con él dos
veces hacía tan sólo un par de horas.
Y fuera de broma, no entendía porque Dick no dejaba su
empleo.
El querer recolectar información para Nightwing o
incluso querer combatir el crimen también como Dick Grayson no le parecían
razones suficientes para permanecer en un trabajo de oficina, que quedaba en
otra ciudad (Bludhaven), con horarios de 8 horas al día y con sueldos que si
bien no eran malos tampoco eran muy buenos.
Richard era su esposo y debería…Bueno…Bruce tampoco
podía decir que Dick no cumplía con su papel de esposo. De hecho, aun con su
trabajo y con su vida como Nightwing, Dick siempre dejaba tiempo para hacer el
amor con él…Nunca se dejaba ver cansado y lo hacia con todo el amor y el deseo
con el cual lo habían hecho desde las primeras veces.
Entregándose por completo.
Él admiraba eso de su esposo y, al mismo tiempo, le
recordaba a él mismo. A su edad (hace 9 años) el también solía tener la agenda
completamente llena.
Ya había empezado su relación con él pero aún no
estaban casados y se veían de vez en cuando. Solía ir a la empresa todos los
días y pasar más de 8 horas ahí, hacia jornadas como Batman todas las noches en
las cuales también duraba más o menos lo mismo. Sumado a eso, sus
responsabilidades personales, entre las cuales, la más importante para el
momento era Damian, quien recién había llegado a su vida.
Damian…
Ya habían pasado 4 años desde que había revivido a
Damian y le sorprendía darse cuenta de que no pensaba mucho en eso. Luego de
que Damian revivió, él temía volverse muy sobreprotector o que las cosas
cambiasen irremediablemente entre ambos, que Damian quedase muy marcado o algo
parecido.
Pero las acciones y reacciones de Damian siempre eran
completamente impredecibles. Y eso, Dick y Bruce, lo confirmaron en muy poco
tiempo.
Luego de haber sido revivido, Damian siguió teniendo
la misma actitud que tenía antes de morir, como si no pudiese creer que en
verdad hubiese muerto.
Cuando por fin lo asimiló, a sabiendas que había sido
a causa de su propia madre, Damian decayó en una amarga impotencia.
Por supuesto, quería venganza. Quería encarar a esa
mujer a la cual ya no consideraba su madre.
Porque ella le había dado la vida, pero también se la
había arrebatado.
Deuda saldada.
Si Damian no la buscó ni la enfrentó fue porque Bruce
y Dick no se lo permitieron. Sabían que aquello, pasase lo que pasase, no
terminaría bien.
Bruce habló mucho con él y Dick también, aunque por
separado, y empezaron a llevarlo con ellos a misiones para que despejara su
mente.
Damian se rehusó a utilizar el traje de robin, cosa
que ambos adultos respetaron.
En su lugar, se hizo de un nuevo traje el cual se
parecía al traje que solía usar cuando Thalia se lo entregó a Bruce. Ese hecho
no le dio mucha confianza a Bruce pero Damian le explicó, de forma tosca y
luego de aclararle que no era asunto suyo, que aquel traje no representaba ni a
esa mujer (Como empezó a llamar a Thalia) ni a la liga de asesinos.
Sólo lo representaba a él mismo. Y su historia era
parte de él.
Damian consideraba que el parecido con su traje
anterior representaba su vida antes de Batman. El nuevo cinturón, los guantes,
las botas y la mascara, todas de cuero, representaban su vida siendo robin
junto a Batman y como toque final, el tono de marrón del traje se había
enrojecido formando una especie de vinotinto, lo cual representaba su muerte.
Ante tal explicación, Bruce quedó satisfecho. Además,
se sentía dichosamente aliviado al saber que Damian no había cambiado en nada.
Damian decidió ponerse al día con todo lo que se había
perdido en los últimos 2 años y entre todo, no tardó mucho en encontrar la
escandalosa noticia, de hacía 2 años, en la cual el multimillonario Bruce Wayne
se casaba con el que antes era su hijo adoptivo, Dick Grayson, causando fuerte
polémica en toda la ciudad.
Por supuesto, ni corto ni perezoso, encaró a ambos
héroes pero no como estos creían que lo haría.
Flashback
Batman y Nightwing se dirigieron a la baticueva. Iban
a diferentes misiones pero tanto el batimóvil como la moto de Dick estaban ahí.
Caminaban mientras platicaban acerca de la misión de
Batman cuando, al llegar al estacionamiento, se encontraron con Damian apoyado
al batimóvil.
Ambos se quedaron confusos y trataron de recordar si
alguno de los dos había quedado con él para realizar la misión pero antes de
que preguntasen algo, Damian fue al grano.
- Ya sé lo que hay entre ustedes dos - Damian les
mostró el periódico que contenía la noticia, dejando perplejos a los
héroes - y sé que no
es asunto mío. Sólo quería preguntar cuando esto había empezado, ya que tengo
entendido que Dick era un niño cuando lo adoptaste
Ambos se quedaron boquiabiertos, sin saber que
responder y sin poder creer que finalmente se había enterado.
- Damian, cuando esto empezó yo ya tenía 20
años, antes de eso nada pasó, te lo aseguro
- Explicó Dick lo mas calmado que pudo
mientras Bruce sólo observaba. Damian sonrió con los ojos cerrados.
- 11 años…Es decir que cuando yo llegué ya
tenían una relación y sin embargo nunca me di cuenta. Si se quieren tanto hasta
el punto de casarse, ¿Cómo es que no son mas evidentes? - La pareja no
supo que contestar y Damian sólo sonreía pícaro - Bueno, por mi
parte sólo he de decirles que no hay problema, había mucho de esto en la liga
de asesinos…Aunque nunca de una forma tan, no sé, ¿estable? ¿decente? Porque 11
años juntos sin contar los de Batman y Robin…Deben quererse mucho - Concluyó
Damian mientras se dirigía a la computadora y dejaba el periódico ahí, acto
seguido, salió calmadamente de la baticueva.
El matrimonio se miró como asimilando lo que acababa
de pasar.
En definitiva, las reacciones de Damian siempre eran
impredecibles.
Fin de Flashback
Luego de aquello, la pareja estuvo un poco incomoda
pues no sabían que pensar acerca de lo que el niño les había dicho. Pero con el
tiempo fueron agarrando confianza, hasta el punto en que se despedían con besos
aun estando Damian ahí.
Damian no les prestaba demasiada atención, pero cuando
los veía, por el contrario de desagradarle…sentía cosas que nunca, en sus 13
años, había sentido. Le gustaba esa pareja, no sólo eran amantes sino que
también eran un equipo. Y ahora que había abierto los ojos, notaba lo mucho que
se querían, y se sentía estúpido al no haberse dado cuenta antes.
Su padre era un buen hombre, y Dick también. Ambos se
conocían y se complementaban. Eran el equipo perfecto y a Damian se le ocurrió
que ha de ser bonito tener a alguien en el cual realmente puedas confiar, alguien
por quien realmente valga la pena luchar.
Luego de haber sido traicionado por su propia madre,
Damian se sentía un poco desolado. Aunque bien sabía que tenía en su padre y en
Richard personas en las cuales podía confiar la vida (Y de hecho, así había
sido) también sabía que tres eran multitud y estaba empezando a querer formar
parte de un dúo dinámico, algo parecido a lo que tenían ellos…
Maldita adolescencia.
Si, eso tenía que ser, concluyó Damian al encontrarse
a sí mismo pensando semejantes estupideces.
Damian pasó unos meses nivelándose y meditando.
Aquella no era menos que una segunda oportunidad, la cual no debía
desperdiciar.
De repente, ya no se veía a sí mismo ayudando a otros
héroes aunque tampoco se veía defendiendo a una ciudad como lo hacían “sus
padres” (Damian empezó a llamar padrastro a Dick, por supuesto con la única
intención de molestarlo).
De modo que en unos meses, le participó a Bruce que
quería irse a una excursión en Montaña Gélida. Era una excursión liderada por
profesionales, a la cual acudirían aficionados de exploradores.
Bruce no estaba de acuerdo con la idea, mas que todo
por lo que conllevaba, ya que junto a esa decisión, por parte de Damian, venia
la otra que consistía en no volver a la escuela, convencido de que ya sabia lo
suficiente.
Al final terminó accediendo con la condición de que
viese clases con profesores privados al regresar.
La excursión duraría 4 meses, en los cuales Damian
conoció a un grupo de muchachos, contemporáneos a él, que poseían habilidades
considerables.
Cuando terminó la excursión, acordaron una excursión
independiente en Montaña Tropical y como esa, vinieron más, hasta que Damian les tuvo la
suficiente confianza para contarles todo sobre su identidad y formar un grupo con
ellos llamado Return.
Bruce, por su parte, se sentía tranquilo al ver que su
hijo hacía su vida por un buen camino. Y por otra parte, agradecía que
estuviese lejos pues en esos momentos estaba lidiando con cierta muchacha pelinegra
que había llegado a sus vidas, sin saber si para bien o para mal…
Pero esa es otra historia….
Eventualmente, ya pasados 2 años desde su
resucitación, Damian regresó a pasar una temporada en la mansión, lo cual les
cayó muy bien a Bruce y a Dick, luego de todos los acontecimientos que habían
ocurrido recientemente.
Luego de tanto tiempo, Bruce se encontró con que su
hijo había crecido, convirtiéndose en un quinceañero muy apuesto. Tenía la piel
un poco acaramelada a causa de las excursiones que hacia con su grupo, las
cuales solían ser tropicales, estaba mas alto y su cuerpo estaba mas definido,
su cabello, que parecía ser suave pero no lo era, había agarrado una forma
natural un tanto rebelde que resaltaba sus verdes ojos, haciéndolos ver mas
oscuros y electrificantes. Incluso se le veían mas pestañas.
A su vez, también había cambiado un poco su actitud.
Seguía siendo distante, serio e irónico, pero tenía más tacto y conversaba un
poco más, incluso a veces sonreía con autenticidad.
Resultó tener una hermosa sonrisa.
Les contó de sus aventuras y de sus misiones, y
también acerca de las personas que conformaban al grupo, a las cuales
conocieron unos meses después, cuando ya era hora de volver a la enorme casa de
campo, que tenían en una selva, y en la cual vivían.
Batman, en vista de que su hijo no causaba problemas,
decidió depositarle una considerable suma de dinero, para que hiciera lo que
quisiera. Damian invirtió en empresas pequeñas
y se compró un buen apartamento en Ciudad Gótica y un convertible negro
(Como era de esperarse).
En lo que a Bruce respectaba, no podía quejarse. Para
alguien que había salido de la Liga de Asesinos, su hijo andaba por un excelente
camino.
Sólo esperaba que siguiera así.
Damian nunca lo sabría, pero tras su regreso Thalia
intentó volverse loca nuevamente. Afortunadamente encontró a su enemiga natural
y su hijo quedó indiferente de todo eso.
Claro que las cosas no salieron como el hubiese
querido pero como el fin justifica los medios, se podría decir que las cosas
habían vuelto a la normalidad.
- ¿Quieres que le diga a Alfred que te sirva el
desayuno? - Le preguntó
Dick quien, ya bañado y vestido, estaba listo para dirigirse al trabajo.
- No…sólo dile que bajo en un rato - Bruce no
tenía ganas de levantarse, ¿La edad lo estaría afectando? 44 años no era mucho,
¿O si?
- Bueno, vale, yo le digo - Dick se
acercó y lo besó. Bruce pudo percibir ese delicioso aroma a shampoo y sentir el
cabello húmedo de su esposo.
Cuanto lo amaba.
Tras verlo irse, Bruce buscó fuerzas para levantarse.
Ese día fue unas horas a la empresa, para verificar
que todo estuviese en orden. Que el pedido del segundo pago de aguinaldos fuese
el correcto, los bonos, las cuentas, los ingresos, los egresos…El sólo los
ojeaba por encima, ya todo estaba hecho.
Luego volvió a la mansión y llamó a Barbara desde la
baticueva, ya con su traje de Batman puesto. Le preguntó acerca de ese
misterioso tipo que compraba propiedades y, cuando estaba a punto de contarle
todo lo que había escuchado, Oráculo lo interrumpió con una pequeña risa y le
comunicó que ya ella lo había investigado y no se trataba de un hombre.
- ¿Entonces es una mujer? - Preguntó
Bruce confuso, recibiendo otra risa por parte de Barbara
- Nooo, no es
ni mujer ni hombre, Bruce. No es humano. Es un extraterrestre proveniente del
Planeta Hermano…Me imagino que habrás escuchado hablar de él - ¿Quién no?
Pensó Bruce
- No sabía que ya habían terrestres hermanos
habitando en el planeta
- No los hay. Él
es el primero. No debes preocuparte Bruce, es un investigador. Sólo está aquí
para almacenar información - Mientras
hablaba, Barbara, desde su casa, observaba en su gran pantalla, imágenes de
alta resolución, de la fortaleza del alienígena a las afueras de Teresa Waltz
- ¿Y cuando se va?
- No pronto. Lo más probable es que no se vaya
nunca. En nuestro planeta no hay mucha información acerca del sistema que ellos
tienen, pero por lo poco que sabemos, aparentemente los trabajos como de
investigación en otros planetas son como una especie de retiro. Son para
personas que ya han tenido todos los trabajos que han querido, ya han cumplido
con todas sus metas y sólo quieren hacer sus últimos estudios y trabajos para
morir tranquilamente…wow, no sabía que Teresa Waltz tenia vistas tan
bellas - Barbara
acercó la imagen para ver el lago y las montañas alrededor de la fortaleza - Debería
visitarla algún día…
- Si es así, ¿Por qué está comprando tantas
propiedades? ¿Esa gente no es rica? - Preguntó
amargado Batman
- Es difícil saberlo Batman, ya que no ha hecho
nada con ellas. Imagino que quiere hacerse de un sustento humano ya que va a
quedarse. Como sea, hasta ahora no ha hecho nada indebido, te lo aseguro y si
hay algo sospechoso, serás el primero en saberlo, lo prometo - Bruce no
contestó - Por lo pronto
te envío las imágenes que tengo. Y Bruce…No te preocupes por cosas sin
importancia - Sentenció
Barbara antes de cortar la llamada. Segundos después, Bruce vio desde su
pantalla, las imágenes llegando.
Se trataba de una fortaleza blanca que parecía un
castillo. O la arquitectura de su planeta era muy parecida a la humana o el
extraterrestre no había tenido problema en que los humanos construyeran lo que sabían
construir.
Luego de muchas imágenes que mostraban diferentes
dimensiones de la fortaleza, finalmente, Bruce se encontró con una que mostraba
al alienígena. Cerca de la fortaleza, metido en el bosque.
Resultó tener un aspecto mucho mas humano de lo que el
había imaginado. Claro que, teniendo la referencia de las plantas alrededor de
él podía notar que era mucho más grande que cualquier humano y su piel era de
un verde pálido muy claro.
Era regordete, aunque eso a Bruce no le constaba pues
el no sabía si todos eran así.
A pesar de todo eso, su rostro era muy humano, con
ojos grandes color marrón muy claro, rodeados por visibles y gruesas pestañas
marrón oscuro. Unos esponjosos cachetes y unos labios ni tan gruesos ni tan
finos, de un tono un poco más oscuro que su piel. Su nariz era completamente
ordinaria.
Mechones suaves del color de sus ojos caían
agraciadamente de su cabeza y por un momento, Bruce pensó que tenía alguna
especie de flores a los lados de su cabeza, para luego descubrir que se trataba
de sus orejas, las cuales estaban abiertas en cuatro partes…Pero de resto
parecían ser y funcionar como las humanas.
En la imagen, él sólo miraba curioso unas enormes
plantas rojas y en otra imagen, tenía en sus manos unos tubos que parecían de
gomaespuma y con los cuales apuntaba a las plantas.
Esas eran las únicas imágenes que había de él y
Batman, al ya haberlo visto, intentó relajarse un poco. Todo indicaba que se
trataba exactamente de lo que le había dicho Barbara.
Sin embargo, ese extraño presentimiento no se apartaba
de su pecho.
………
- …Bueno pero ya es suficiente de mí. ¿Cómo has
estado tú? ¿Y mi padrastro? - Damian señaló
a Bruce con el cubierto para luego seguir comiendo
- Hemos estado bien, él está en Bludhaven
trabajando…-
- ¿Todavía en esas oficinas? No entiendo por
qué no deja ese empleo - “Yo tampoco”,
pensó Bruce mientras veía a su hijo comer rápidamente.
Ya habían pasado las 7 de la noche. Bruce y Damian
cenaban en el elegante comedor de la mansión. Damian no era de las personas que
anticipaban sus visitas, sólo llegaba cuando quería y punto.
Y Bruce hacia a un lado todos sus compromisos para
aprovechar la compañía de su hijo, ya que esta no se daba todos los días,
aunque no pasaba medio mes sin que Damian fuese a visitarlo.
- Entonces todo con los chicos está bien, ¿Y
que tal la nueva integrante? - Damian lo
miró confuso - La de pelo
marrón, que me habías comentado el otro día…
- Se explicó Bruce
- Ahhh, Candy ¿cierto? Bueno, se llama Carrie
y…no me quejo. Tiene habilidades de batalla considerables, es…flexible, y
también rápida pero bueno…es…muy chica - Bruce lo miró
confuso
- ¿A que te refieres?
- Si, bueno. En nuestro grupo ya habían
mujeres, Mask y Doll pero ellas son de lo más relajadas. Son como otros
muchachos. En cambio, Candy es muy…no femenina porque Doll es mas femenina pero…no
capta las bromas, se molesta y se entristece y como detesto esa actitud en las
personas - Damian comió
un bocado y continuó aún con la boca llena
- Y no es porque sea mujer ya que he conocido
a muchos hombres que son así pero esos hombres no están en nuestro grupo. No
sé. No creo que dure mucho con nosotros
- Sentenció Damian para terminar su plato y
limpiarse la boca
- Bueno hijo, dale una oportunidad, talvez
termines sorprendiéndote. Me ha pasado. Aunque siempre tiendo a seguir mis
instintos, de todas formas - Bruce recordó
lo del alienígena
Y como si Damian hubiese visto sus pensamientos.
- ¿Por qué lo dices? ¿Te ha pasado
recientemente? - Damian sonrió
pícaro
- Bueno, la verdad es que sí. Se trata del tipo
que construyó una fortaleza…
- A las
afueras de Teresa Waltz ¿Cierto? Los chicos y yo lo vimos…- Damian
presumió sonriente
- ¿A sí?
- Bruce quedó impresionado - ¿Y eso por
qué?
- Emm, simple curiosidad. Pero apenas si lo
vimos, se la pasa todo el día metido en esa fortaleza, aunque tiene una red de
internet de primer mundo…suponemos que con ella es que está recolectando la
información que quiere…
- ¿Y no averiguaron nada acerca de las
propiedades?
- Hasta ahora no ha hecho nada con ellas…Pero
padre, si realmente quieres saber de él, sólo déjalo en mis manos
- Barbara dice que la información que se puede
recolectar es muy limitada ya que todo depende de él y no tiene amistades
- No te preocupes, yo tengo mis métodos - Damian sonrió
malicioso
- No quiero que pierdas tu tiempo…
- No te
preocupes, los chicos y yo no estamos haciendo nada por el momento. Sólo
trabajos pequeños…Tengo tiempo.
Bruce estaba reacio a aceptar la propuesta. Sabía que
Damian era fuerte y competente, pero teniendo ese mal presentimiento con aquel extranjero,
no estaba convencido.
Sin embargo, Damian ya tenía todo decidido y no hubo
nada que Bruce dijera que lo hiciera cambiar de opinión.
Azumi Seguchi, 2017
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