Diez meses - Capitulo 7

Explicación


Watari les hiso una señal para que se sentaran en el mueble (o sofá, como prefieran n_n) que estaba pegado a la pared y ambos chicos se sentaron.

Hisoka suspiro- anoche…en la feria, me empezó a doler el vientre, al principio no le hice caso pero después se hiso más y más fuerte…-

“esto no me gusta” pensó Watari

-nunca había sentido un dolor así…-

“en serio no me gusta”

-luego llego tsuzuki y me llevo a una farmacia en donde un amable viejito nos atendió y le vendió a tsuzuki unas pastillas para los dolores, las pastillas eran muy efectivas y de camino acá ya no sentía nada…-

“por favor, que no sea lo que creo”

-bueno, total que llegamos y nos fuimos a mi habitación y charlamos y…-Hisoka se sonrojo- bueno, tu sabes…- dijo mirando a tsuzuki quien le sonrió dándole la mano

-entonces…-siguió contando tsuzuki- estábamos en nuestras “cosas intimas” cuando Hisoka me dijo que tenía que ir al baño

“por favor, que no digan sangre” seguía pensando Watari preocupado

-fui al baño…-siguió Hisoka- me baje los pantalones y, no vas a creerlo…-

“no puede ser”

-era sangre…-

“demonios”

-mucha sangre, salía a chorros y no te imaginas cuanta salía cuando me baje los interiores entonces inmediatamente me metí a la ducha y me lavé y tampoco vas a creerme esto, la sangre…-

- salía de tus parte privadas ¿no es así?- completo Watari con una sonrisa resignada, ya sabía lo que Hisoka tenia

-sí, eso, ¿ya sabes que tengo?- pregunto Hisoka sorprendido

-si- respondió el rubio

-valla, Watari, sí que eres bueno ¿y bien? ¿Que tiene mi amorcito?

-¡tsuzuki!-

-¿Qué? Tú eres mi amor, ¿no?

-ahh- Hisoka suspiro- si, lo soy- tsuzuki lo abrazo por la cintura y Hisoka se dejo- entonces Watari, ¿Qué tengo?

-ahh- Watari suspiro- verán chicos, es algo delicado…-

Al oír eso a los chicos caso se les va el alma (otra vez)

-oigan, oigan, tranquilos, no es nada grave tampoco, solo delicado de explicar pero Hisoka está bien, ni siquiera está enfermo- explico Watari viendo la reacción de los chicos

-entonces…¿Qué tengo?- pregunto Hisoka aun asustado- “no, por favor, un demonio se está...¿adueñando de mi?”- pensaba Hisoka

-veras Hisoka, debo explicarte varias cosas, hace unos días yo…-

-es un demonio ¿verdad?- dijo Hisoka interrumpiendo a Watari, Tsuzuki lo miro- eso es ¿cierto?- a Hisoka se le entrecorto la voz pero no dejaba las lagrimas salir, nadie además de Tsuzuki lo vería llorar, jamás

- ¿un demonio? Pero por supuesto que no ¿de dónde sacas esas cosas?- dijo Watari aliviando a ambos chicos, a Hisoka le volvió el color a los ojos del alivio

-¿en serio? ¿Estás seguro?- pregunto Tsuzuki feliz

-claro, ya se los dije, no estás enfermo ni nada, no corres ningún peligro de ese tipo, solo dejen de meterse ideas a la cabeza y escuchen lo que tengo que decirles, no es malo, solo será difícil que me crean

-está bien- dijeron ambos al mismo tiempo

-bueno, pero antes, tengo una pregunta que hacerte Hisoka…¿recuerdas que ayer en la mañana empezaste a estornudar?

-si-

-y entonces te dije que te tomaras un frasco pequeño color violeta-

-si-

-en el estante habían en total 3 frascos, 2 eran violetas, y 1 era purpura- (ya se les había olvidado, ¿verdad? n_n)

-¿no es lo mismo?-

-no, son colores diferentes, ahora, con esa pregunto supongo que te tomaste un al azar ¿me equivoco?-

-no, creí que era lo mismo- dejo Hisoka algo confundido- espera pero, ¿a que nos lleva esto?

-veras Hisoka, ¿recuerdas que siempre he querido hacer una poción para convertir a alguien en mujer?

-¿siiii?…-dijo Hisoka lentamente empezando a asustarse

-pues no lo he logrado-

-ufff…-Hisoka suspiro aliviado

-pero...si hice una poción muy poderosa que, aunque no lo crean, tiene un efecto muy rápido para algo muy especial-

-¿Qué cosa?- dijeron juntos

Watari se levanto y arrimo la silla en la que estaba al frente de los dos y se sentó

-Hisoka, va a ser difícil que lo creas pero yo hice una poción para que un chico corriente, como tú, pueda engendrar, y aparentemente ayer, tú te bebiste esa poción por accidente

-¿Qué? No entiendo- decía Hisoka sin poder creerlo

-tú puedes salir embarazado- termino Watari serio

Hisoka quedo en shock por unos segundos- yo…yo…-

-¡Hisoka!- tsuzuki sujeto a Hisoka en sus brazos pues había caído hacia él, se había desmayado

-ven, recostémoslo aquí- Tsuzuki lo cargo en brazos y siguió a Watari

Lo llevaron a un cuarto pequeño que formaba parte del consultorio de Watari y lo recostaron en la cama individual que se hallaba en medio de la habitación, luego se fueron para dejarlo descansar, fueron al sofá y se sentaron

-Watari, entonces, ¿es cierto? ¿Mi Hisoka puede salir embarazado?- pregunto inocente Tsuzuki

-si, Tsuzuki, dime algo, ¿ustedes tuvieron sexo anoche?-

-no, después de lo que te conté solo dormimos juntos, no hicimos nada

-¿seguro?-

-si-

-¡que lastima!- exclamo Watari mirando a otro lado

-¿Qué? ¿Por qué?- pregunto Tsuzuki extrañado por la actitud del rubio

-porque sería lindo tener un embarazo aquí, digo, en esta casa solo hay shinigamis y solo nos rodea la muerte pero un bebe nos recordaría lo que es la vida-

Tsuzuki escuchaba atento

-además, así podría ver funcionar mi experimento pero no solo eso….Tsuzuki, de verdad me alegra que él y tu lleven una relación, no se mucho del pasado de Hisoka pero sé que no fue nada fácil, igual que la tuya…- Tsuzuki entristeció un poco al recordar

-es obvio que ustedes no ven la palabra “familia” como deberían verla, la ven como algo feo pero si formaran una, es algo hipotético pero si formaran una, yo sé que eso cambiaria, tal vez tendrían la felicidad que no tuvieron vivos ¿no lo crees?

Tsuzuki analizo cada palabra de Watari, hasta ese momento ni siquiera lo había considerado pero ahora, con todo lo que había hecho no sonaba mal, de hecho, le gustaba la idea

-solo, piénsalo ¿sí?- Watari le dio una palmada en el hombro a Tsuzuki levantándose del sofá y llevándose su silla de vuelta al escritorio mientras Tsuzuki se levanto y fue a la habitación en donde Hisoka se encontraba y se sentó en una silla que estaba al lado de su cama

-“tener una familia”- le sujeto la mano al menor mientras lo veía descansar- “no es una mala idea”

Azumi Seguchi, 2012

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