Historias de amor en tiempos de guerra - Cap. 6

Capitulo 6 - El hogar de la familia Yiling

Presente 6

Aquella puerta, finalmente los llevó a la casa de la familia Yiling.

La casa, en su mayoría, había sido elaborada al estilo del continente, al igual que las puertas, por lo que Nie Xichen dedujo que talvez "esa persona" fuese del continente.

Sin embargo, aunque la casa tuviese esa estructura, los muebles y adornos eran de su cultura. 

En aquella primera sala a la que entraron, había tres diferentes juegos de muebles, todos de Ai. También había varias elegantes puertas a la vista y dos pasillos.

Sin dudas el lugar era espacioso y cómodo, sin embargo, aunque quería preguntarle a su hermano cómo habían financiado todas las cosas dentro de la casa, Nie Xichen se distrajo más en el precioso paisaje que se veía a través de los inmensos ventanales.

Nie Xichen supo de inmediato que se trataba de una ilusión, sin embargo, era tan real.

Era Lotus Pier, justo al atardecer. No era una réplica exacta, aquella imagen era incluso más hermosa que la real.

Nie Xichen estaba cada vez más impaciente por saber quién era "esa persona" y preguntarle como hacia aquellas ilusiones.

Mientras Nie Xichen se embelesaba con la ilusión, Lan Wangji se acercó a las puertas, una por una, pero no las abrió. Resulta que todas las puertas tenían un talismán rojo en el centro. Lan Wangji se acercaba los talismanes al oído y escuchaba por unos segundos.

Al no escuchar nada, se dirigía a otra puerta.

Nie Xichen, al dejar de ver la ilusión y percatarse de aquel comportamiento de su hermano, dedujo que talvez aquellos talismanes le indicaban si los gemelos (o alguien) estaba adentro.

No preguntó nada, ya nada le sorprendía; y de alguna manera, aun con todas sus dudas, en el fondo estaba emocionado como un niño pequeño aprendiendo cosas nuevas. Quería seguir viendo que otras sorpresas tenía aquella casa.

Nie Xichen embozo una sonrisa ante ese hecho.

Lan Wangji terminó de examinar todas las puertas, incluso las que estaban al fondo de los pasillos pero al ver que no había nada, invitó a su hermano a continuar.

Finalmente abrió la puerta al otro extremo de la sala, la cual los llevó a unas escaleras con ventanales a los costados que seguían mostrando el paisaje de Lotus Pier.

- Que exquisita ilusión - Nie Xichen no pudo evitar mencionarlo, mientras bajaban las escaleras - ¿Qué hay realmente ahí? ¿Solo pared?

- Realmente es un filtro. A través de esas ventanas, le llega a la casa luz solar o lunar. "esa persona" no quería que los niños crecieran en las tinieblas. Sin embargo, antes de las ilusiones, no se veían tan bien.

Nie Xichen no dijo nada, sólo sonrió.

Llegaron a la otra puerta, Lan Wangji la abrió y se adentraron a una sala gigante, que al parecer era un salón de secta (en los cuales, la familia líder solía comer y en donde se hacían las reuniones de una secta).

Sin embargo, aquel salón no estaba adornado con ninguna bandera. Lo único que Nie Xichen pudo notar es que las mesas estaban cubiertas por un mantel negro con rojo. Eso antes de llegar a su atracción principal: Las ilusiones; y en esa ocasión, "esa persona" pareció guardar algo especial para él, pues la ilusión que se veía a través de aquellos grandes ventanales, era una hermosa visión nocturna de la secta Gusulan.

Al igual que la de Lotus Pier, aquella ilusión no era exacta, pues "esa persona" parecía querer resaltar lo más hermoso del paisaje y ponerlo todo a la vista, considerablemente más cerca de lo que se vería realmente.

Sin embargo, eso no le quitaba credibilidad y aun así, Nie Xichen pudo identificar los lugares.

En la habitación, además de ventanales, también había puertas abiertas que también mostraban el paisaje. A diferencia de las otras, estas eran al estilo asiático.

- Wangji, ¿esas puertas llevan a algún lado?

- Sí, pero sólo pueden ser utilizadas en caso de emergencias. Realmente son espejos.

El asombro se vio reflejado en el rostro de Lan Xichen, sin embargo, no duró mucho ni tampoco quiso preguntar nada.

Volvió a ver la ilusión.

En verdad, eran tan hermosas las ilusiones que Nie Xichen sintió que podía verlas todo el día sin parar. Quería volver a ver la ilusión de Lotus Pier y también la ilusión volcánica del comienzo. Todas le habían parecido increíbles.

Lan Wangji decidió dejar que su hermano observase un poco más. De hecho, de posicionó a su lado, pero en vez de ver el paisaje, se puso a pensar que las pocas personas que conocían la casa, siempre hallaban en ella algo que los cautivaba.

A Lan Bao le gustaban el laberinto que era la casa, perderse en ella era su entretenimiento favorito. A Lan Yu le encantaba el pabellón del jardín, en el cual Lan Wangji estaba seguro que los gemelos debían estar en ese momento.

A Lan Sizhui le llamaban la atención los libros encantados de la biblioteca (el lugar más profundo de la casa en la montaña) y en cuanto a él, lo que más le gustaba de aquella casa era su habitación matrimonial.

Ahora sabía que lo que le encantaba de la casa a su hermano, eran las ilusiones. Realmente no sabía que era lo que más le gustaba a Botan, nunca se lo había preguntado, talvez pronto lo haría.

Pero lo que realmente estaba impaciente por saber era, que característica o sitio de la casa, sería la que más le encantase a su esposo, cuando este volviese.

Wei Wuxian nunca pudo ver la casa terminada.

Nie Xichen se volteó hacia Lan Wangji, interrumpiendo sus pensamientos.

- Wangji, gracias por mostrarme la casa. Jamás podría haber imaginado algo así, es simplemente encantadora.

- Gracias, hermano. En otro momento te mostraré otras habitaciones.

- Gracias

Tras una seña por parte de Nie Xichen, indicándole que ya estaba listo para continuar, Lan Wangji se dirigió a la puerta al otro extremo de la sala y la abrió, llevándolos a otras escaleras, esta vez en espiral, que iban en ascenso, rodeadas por una pared de ladrillos grises, con tan solo unas pequeñas ventanas triangulares en la parte posterior, por las cuales se filtraba el sol.

Lan Wangji abrió la puerta al final de las escaleras, que los llevó a ambos a una inmensa colina frondosa, llena de árboles y arbustos con frutos, y muchos conejos blancos. La brisa acariciaba el lugar y el pasto estaba húmedo.

- Wangji, esto no es una ilusión ¿verdad?

- No

Un alivio. De haber sido una ilusión, Nie Xichen hubiera reconsiderado todo lo que conocía de la vida.

- Pero, no entiendo Wangji, ¿seguimos en la misma montaña Yiling?

- Si

Tal parecía que, tras salir de la casa, Lan Wangji volvió a ser el hombre de pocas palabras.

- Pero si toda la montaña es conocida por albergar muy poca vida. ¿Cómo es que este lugar existe?

- Fue un trabajo duro, para todos nosotros. También recibimos ayuda externa. Trabajando juntos por años, al final logramos salvar este territorio. Fue años después de la muerte de mi esposo, él nunca llegó a verlo.

- Entiendo, y me imagino que está protegido para que nadie pueda llegar por accidente

Nie Xichen recordó el muro invisible.

- Si, la montaña, al igual que la casa subterránea, también ha sido convertida en un gran laberinto.

Se trataba de un laborioso trabajo de años.

- Entiendo

Los hermanos se adentraron un poco entre los árboles y llegaron a unas escaleras grises que ya estaban un poco cubiertas por raíces de árbol. Subieron las escaleras y fue entonces cuando ambos escucharon la voz de los niños.

Al subir las escaleras, los vieron, en un pabellón blanco. 

A-Bao cargaba un conejo en sus manos y A-Yu, prácticamente se había puesto tres togas de su padre encima, se puso adornos de oro por todas partes y todos los anillos que consiguió, ahora resaltaban en sus pequeños dedos.

A Nie Xichen le causó risa, a Lan Wangji no le sorprendió, pues A-Yu siempre había tenido esa costumbre de ponerse todas las cosas de su difunto padre encima para, según él, "verse más elegante". Aun así, como siempre, a Lan Wangji le molestó.

- Hermano, no los reprendas ¿sí? - Nie Xichen tomó a Lan Wangji por el brazo - Ellos sólo querían venir a casa

Nie Xichen tenía el corazón arrugado.

- Eso lo sé, hermano. Pero aun así, ellos deben aprender a ser prudentes. No es excusa.

Lan Wangji también tenía su corazón arrugado, pero aun así, no quería malcriar a sus niños.

Los hermanos se acercaron y al estar a unos diez metros, los gemelos notaron su presencia.

A-Bao sonrió nervioso - Hola, padre - Soltó al conejo y dio un paso atrás.

En cuanto a A-Yu, como si nada, sólo levantó su manga - Mira, padre, soy el dios del mundo - A-Yu se refería al juego que estaba jugando hasta ese momento, en el cual ambos escogían un personaje y fingían un gran conflicto.

No es que a A-Yu no le importaran las consecuencias, es que el las asimilaba y aceptaba antes de hacer la travesura. Al ver que era un precio justo, hacia la travesura, siempre teniendo en consideración que iba a pagar por ella luego, por lo que A-Yu enfrentaba los castigos con normalidad. Lo cual lo hacía parecer descarado.

Al igual que su padre Wangji, él nunca mentía ni inventaba excusas.

- Ustedes dos están en problemas. ¿Cómo se les ocurre dejar a su tio angustiado por ustedes y escapar? A-Yu, quítate las prendas de tu padre

Los niños notaron la presencia de su tio, pero no se les vino a la mente que era la primera vez que este estaba en la casa, por lo que no se sorprendieron por eso, sólo lo miraron y le hicieron una reverencia.

- Lo sentimos, tio

- No se preocupen, niños. Me alegra mucho que estén bien.

Los gemelos fueron a abrazarlo.

Lan Wangji se adentró al pabellón y sacó un saco de su traje. De él, extrajo una caja de madera y cuero.

Lan Yu entendió y empezó a quitarse las prendas de su padre.

- Ahora que has sacado las prendas tan lejos, ¿cómo piensas devolverlas a su lugar?

Lan Wangji se refería a que, en aquella casa, al ser un laberinto, las puertas no conducían al mismo lugar. De modo que, adentrarse en ella en línea recta, como lo habían hecho Lan Wangji y Nie Xichen era sencillo, pero devolverse era un problema. Debías conocer todos los caminos de memoria, si no, podías quedarte atrapado en dos o tres habitaciones, por horas.

- Déjalas aquí, padre, para poder jugar con ellas la próxima vez

- Las cosas de tu padre no son para jugar. Ustedes, sus hijos, deben honrar su memoria - Dijo Lan Wangji serio mientras metía las prendas que se iba quitando A-Yu a la caja

- ¡Lo hacemos! - Dijeron los gemelos al mismo tiempo

- Mira, padre - Lan Bao señaló a un costado del pabellón en donde los niños le habían preparado una ofrenda a su padre, con incienso y monedas doradas.

- Yo le pedí permiso a mi padre antes de usar sus cosas. Hasta nos perdimos en la casa devolviéndonos. Él no se enojará

- Si, papá, él no se enojará

Los gemelos abrazaron a su padre.

Los gemelos habían sacado muchas cosas de su difunto padre, entre ellas, el arte de manipular. Nie Xichen, quien presenciaba la escena, desde hacía rato que había caído ante el hechizo. Sin embargo, Lan Wangji conocía perfectamente a sus pequeños demonios.

Aun así, el que supiera la verdad, no lo hacía inmune. Él sabía que realmente ya no estaba enojado con los niños, sin embargo, aunque no lo quisiera, debía llevar a cabo el protocolo para evitar mal acostumbrarlos.

Lan Wangji les devolvió el abrazo y los cargó a cada uno en un brazo (los brazos de Lan Wangji eran increíblemente fuertes).

- Talvez, pero aun así, yo si lo estoy y ambos recibirán su castigo al llegar a la secta - Los gemelos pusieron una expresión entre triste, resignada y de derrota.

Su manipulación no había llegado a donde deseaban.

Con todas las prendas en la caja, Lan Wangji, Nie Xichen y los gemelos empezaron a bajar por la colina.

Antes de ello, Nie Xichen echó un vistazo a lo lejos, logrando divisar unas pequeñas cabañas que formaban un organizado conjunto. Los techos estaban cubiertos por paja y un humo gris salía de las chimeneas. Muy al estilo del continente.

- Wangji, ¿Quiénes viven allí? ¿O es una ilusión?

- No lo es. Te diré quienes viven ahí más adelante.

- Entiendo

Sin embargo, recolectando toda la información adquirida, más la que él ya manejaba, más los rumores que recorren el mundo de la cultivación, Nie Xichen ya estaba atando cabos y deduciendo de quienes podría tratarse las personas que vivían en la colina.

Además, le pareció curioso que todas las casas estuvieran pintadas de blanco, sin embargo, no logró divisar ningún símbolo de sol por ningún lado.

- Padre, ¿por qué no podemos vivir aquí siempre? Aquí es más divertido

- Porque debemos acompañar al tio-abuelo Qiren

- Pero podríamos decirle que venga con nosotros

- Además, ustedes deben aprender a cultivar y formar parte del mundo de la cultivación

- Pero...

- Lan Bao - La mirada de Lan Wangji se lo dijo todo: "no hables demás"

Lan Bao calló.

Finalmente, llegaron al limite de los terrenos Yiling.

- Despídanse de su padre, niños

- Hasta luego, padre, pronto vendremos...

- La próxima vez, préstame más prendas, ya que seré el dios del universo y el dios del universo debe vestir más elegante.

Nie Xichen y Lan Wangji le echaron un último vistazo al lugar; Nie Xichen, contemplando el paisaje y Lan Wangji, despidiéndose en su mente de su difunto esposo.

..::Notas de la autora::..

Me encanta la casa de la familia Yiling, espero que a ustedes también les esté gustando, déjenme en los comentarios qué fue lo que más les gustó de la casa.

Con este capitulo terminamos la primera temporada, lo que viene en el siguiente es un extra y luego nos adentraremos en el pasado, el cual está buenísimo.

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