Historias de amor en tiempos de guerra - Cap. 13

Capitulo 13 - Alto por naturaleza

Presente 7

Luego de que Nie Xichen, Lan Wangji y los gemelos salieran de casa de la familia Yiling, todos bajaron la montaña para traspasar el muro invisible y que Botan pudiese llevarlos a la secta Nie a través de una de sus puertas.

En el camino, Lan Wangji le preguntó a su hermano si aún quería que los gemelos se quedasen con él unos días.

- Por supuesto, hermano. Si tú estás de acuerdo y si los niños lo desean

En respuesta, los gemelos empezaron a suplicarle a su padre que les diera otra oportunidad, con sus angelicales voces y aquel encanto que habían heredado de su difunto padre.

- Si le vuelven a causar problemas al tio, recibirán la paliza que jamás les he dado ¿entendido?

- Siii, padre, no te preocupes

- Siii, somos buenos

Lan Wangji los miró con desconfianza, mientras Nie Xichen sólo sonreía.

.........

- ¡Auch, duele!

- Ay, no seas debilucho, A-Bao, ni siquiera nos dio tantos palazos

- ¡Claro que sí!

Unas horas después de abandonar la montaña Yiling, los gemelos ya se encontraban en los jardines de la secta Nie, bajo el cielo nocturno que no poseía muchas estrellas, pero si una magnifica luna llena.

Para ese momento, Lan Wangji ya estaba en la secta Gusulan, pues se había ido justo después de darles a sus hijos su castigo correspondiente.

- A mí también me dio los mismos palazos, y mira que yo no estoy llorando...

Por otra parte, mientras los gemelos discutían en el jardín, su tio Xichen estaba en el estudio de la secta, sentado en el escritorio principal, pensativo, con una carta en sus manos.

La carta había sido escrita por Jin Guangyao, el actual líder de la secta Jin, y en ella le anticipaba de su visita para el día siguiente por la tarde.

La carta no decía la gran cosa, pero Nie Xichen tenía algo en mente, que lo tenía pensativo y un poco disgustado.

Esperaba estarse equivocando.

.........

En ese mismo momento, Lan Wangji y su hijo mayor, Lan Sizhui, se encontraban en la salida de la secta Gusulan.

Lan Sizhui estaba vestido con ropas ordinarias y su espada estaba forrada, además, llevaba un saco café en su espalda.

- ¿Estás seguro de que quieres irte ya? Podrías esperar a que regresen los gemelos para que puedas despedirte de ellos.

- Ya les envié una carta, padre, además, sólo serán un par de meses. No es como si en verdad fuera una despedida - Lan Sizhui le dedicó a su padre una genuina y dulce sonrisa.

Lan Sizhui, a diferencia de los gemelos, nunca había sido travieso, de hecho, siempre había sido bastante obediente y maduro para su edad.

Era un muchacho de corazón noble y mente inocente.

Era encantador, al igual que los gemelos, pero era un encanto diferente.

Mientras que el encanto que desprendían los gemelos buscaba fascinar y cautivar (lo cual estos usaban a su conveniencia), el encanto de Lan Sizhui brindaba calma y serenidad, siendo Lan Sizhui inconsciente de este hecho.

- Eso lo sé pero ten mucho cuidado

- Claro, padre - Padre e hijo se abrazaron, y luego de que Lan Wangji le diera ciertas instrucciones con respecto al viaje, algunos consejos y algunas advertencias, Lan Sizhui abandonó la secta Gusulan, encaminándose a la secta Ai.

.........

Esa misma noche, en el estudio de la secta Jiang, Jiang Cheng se encontraba sentado en el escritorio, organizando cuestiones concernientes al número de cultivadores de su secta y la distribución de estos, puesto que había habido ciertos inconvenientes en los poblados costeros.

Estaba tan concentrado en sus anotaciones, que el sonido de la puerta abriéndose abruptamente y de alguien entrando, genuinamente lo asustó.

- ¡¿Qué demo...?! ¡Jiang Ling! ¡¿Cuántas veces debo decirte que toques la maldita puerta?!

Jiang Cheng siempre lo regañaba por eso, pero Jiang Ling nunca obedecía.

- Eres mi padre, ¿Para qué voy a tocar la puerta?

- ¡Para que no te muela a palazos! ¿Qué quieres? - Jiang Cheng se serenó nuevamente y continuó con sus anotaciones.

Jiang Ling se acercó al escritorio a paso lento, tratando de disimular lo inquieto que estaba.

- Padre, ¿Tú vas a comprometerme?

Jiang Cheng no esperaba esa pregunta.

- ¿Por qué me preguntas eso? ¿Ya quieres casarte? - Jiang Ling miró a otro lado, escapando de la mirada de su padre

- ¿Han enviado cartas doradas para pedirme en matrimonio?

- Por supuesto que no, aun no cumples los catorce, ¿Qué clase de indecente pediría en matrimonio a alguien que aún no cumple los catorce?...Pero hijo, ¿en serio ya quieres casarte? - Jiang Cheng disminuyó el tono al preguntar eso ultimo

- Mmm...no, sólo me daba curiosidad saberlo - Jiang Ling seguía viendo a los lados, evitando la mirada de Jiang Cheng

- Pues, si tú quieres que te comprometa, lo haré. Pero la verdad, no pensaba hacerlo. Lo ideal sería que te casases por amor, mira que el matrimonio no es fácil y los matrimonios sin amor pueden ser una pesadilla. Yo ya te he contado como era el matrimonio de tus abuelos...

Jiang Ling no respondió nada y Jiang Cheng siguió mirándolo como tratando de descifrar sus pensamientos.

Esa noche, luego de terminar lo que estaba haciendo, Jiang Cheng se dirigió a su dormitorio matrimonial. Estaba cansado, pero la corta charla que había tenido con Jiang Ling lo dejó pensativo.

Su esposo ya estaba en la cama, sin embargo, la lámpara en la mesita de noche estaba encendida y él estaba leyendo un libro. Al llegar Jiang Cheng, le preguntó qué había decidido al final con respecto a los problemas en las ciudades costeras y éste le platicó un poco, mientras se quitaba su pesado traje de casado y se desprendía de todos sus accesorios.

Ya solo en la bata para dormir, se metió en la cama.

Su esposo cerró su libro y lo metió en la primera gaveta de la mesa de noche. Luego, abrió la lámpara, dispuesto a apagar la vela en su interior.

- No, espera, aun no la apagues...- Jiang Cheng se acercó a él y se acurrucó entre sus brazos.

Jiang Cheng, como líder de secta, tenía un carácter muy fuerte. Carácter que sería mil veces peor si no estuviera casado ni tuviera hijos, y si no fuera devoto de las creencias originarias. Gracias a su familia y a su religión, él había conseguido ser feliz, sin embargo, él sólo se mostraba de esa forma, dulce y calmado, con su esposo y con sus hijos (siempre que estos se comportaran).

Jiang Cheng le contaba absolutamente todo a su marido, pues este, además de ser su amante, también era su confidente, su mano derecha, su aliado, y a veces incluso, su cómplice.

- Hay algo que quiero que hablemos...

Jiang Cheng, acomodado entre los brazos de su marido, sintió la mano de éste acariciándole el cabello.

- ¿Es con respecto a A-Ling?

- ¿A ti también te dijo algo? - Jiang Cheng se incorporó para ver a su marido

- Más bien me preguntó algo...

- ¿Qué te preguntó?

- Varias cosas...empezó preguntándome cómo se hacían los bebés

- ¡¿y le preguntaste por qué quería saber eso?!

- Querido, cálmate - El esposo de Jiang Cheng tomó su rostro entre sus manos y le dio un leve beso - Tienes que entender que A-Ling ya casi va a cumplir los catorce y biológicamente va a estar listo para casarse y tener hijos. Es normal que pregunte esas cosas...y si quieres mi opinión, creo que Jiang Ling es "alto por naturaleza".

Se les llamaba "altos por naturaleza" a aquellos matrices que desarrollaban instintos sexuales y reproductivos más intensos que un matriz promedio, y que además los desarrollaban a muy temprana edad, a veces incluso antes de cumplir los catorce, que era la edad en la que se decía que los matrices estaban listos para casarse y tener descendencia.

Se decía que a los catorce, la matriz y la vía principal de los matrices terminaban de desarrollarse, estando entonces listos para asumir el proceso de alimentación y siembra. Esa era la razón por la cual era la edad minima para casarse.

La matriz de los matrices, era un aparato parecido a la matriz que tenían las mujeres antes de su desaparición, la diferencia era que no estaba diseñado para cargar con el niño hasta que estuviese completamente formado.

Los matrices no eran capaces de hacer tal cosa.

Aquella matriz sólo podía cargar al niño durante el proceso de unificación de células, hasta que se volviera un feto uniforme. En este proceso, la matriz subía y bajaba, a través de la vía principal de los matrices, como si se tratara de un elevador.

La vía principal era un conducto que se extendía desde la zona en donde estaba la matriz, hasta la altura del pecho, en donde se encontraban la "raíz".

En este proceso de ascenso y descenso, la vía absorbía todo lo que podía del matriz, ya fuera componente orgánico o, especialmente, las propiedades nutritivas de todo lo que este comía, para comprimirlas y transformarlas en un espeso líquido, que sería enviado al saco amniótico (la bolsa que cubría al feto).

Para cuando terminara el proceso, a causa de esta sustancia, el saco amniótico y el líquido en su interior, se habrían vuelto tan sólidos como una uva.

En esos tres meses que duraba ese proceso, el matriz tenía que comer todo lo que pudiese, pues gran parte de esto lo absorbería el niño. Es por eso que este proceso se llama "alimentación" y no embarazo, como se le llamaba al proceso que llevaban las mujeres.

Mientras más comiese el matriz que estaba alimentando, mejor, pero sin importar cuanto comiese, el matriz estaba supuesto a adelgazar mucho y a estar sumamente débil para el momento de la siembra.

La siembra se efectuaba cuando en la matriz ya había un feto uniforme y el saco amniótico ya era tan sólido y esférico como una uva, y tenía un tamaño semejante. Eso significaba que el bebé ya estaba listo para pasar al árbol de vida, pues ya tenía el material genético necesario y ya tenía suficientes provisiones para pasar su hibernación.

En este proceso, el bebé se quedaba estático a la altura de la raíz.

Todos los matrices tenían en sus pechos algo parecido a una delgada raíz o rama, que era llamada "la raíz", y que parecía haber sido incrustada ahí.

Era la raíz la que indicaba desde el nacimiento si el bebé era semilla o matriz, pues sólo los matrices la tenían.

La raíz normalmente era de tonos café o incluso del mismo color de la piel del matriz.

Pero en realidad no se trataba de una raíz, aunque su apariencia y nombre lo indicasen; Se trataba de una abertura, que se abría al momento de sembrar.

Cuando el bebé estaba listo para salir, empezaba a enviar punzadas al matriz, las cuales no eran dolorosas pero si fuertes, hasta el grado de hacerlos caer, a causa de lo débiles que estaban para ese momento.

La bolsa también empezaba a brillar y esa luz se podía ver a través de la piel, e incluso podía llevar a iluminar gran parte de su pecho y un poco de su cara.

La luz era del color del saco amniótico. Los sacos amnióticos, a causa de los suministros comprimidos, podían ser de color naranja, verde o muy pocas veces, azulado.

El matriz debía acercarse a un árbol de vida, con el pecho descubierto, y el mismo bebé atraería a una de las ramas del árbol, la cual se acercaría y con la punta, tocaría la abertura del matriz, adentrándose un poco.

El bebé se acercaría, hasta rozarse con la rama y se quedaría adherida en ella. Acto seguido, la rama sacaría al bebé del cuerpo del matriz y se incorporaría nuevamente a su sitio, con la bolsita del bebé colgando como un fruto.

Este proceso era incómodo para los matrices, a veces incluso dolía, pero eso no era lo más importante. Lo que era de cuidado, era que el bebé, al salir del cuerpo, se llevaría con él gran parte de la energía del matriz, por lo que este tendía a quedar inconsciente justo después de la siembra.

Los matrices, luego de la siembra, podían estar inconscientes hasta doce horas y sería considerado "normal". Pasadas las doce horas, había que alarmarse. Pasadas las 24 horas, los médicos ya advertían posibilidad de muerte.

A veces, los matrices perdían tanta energía y tenían tan pocos nutrientes en su cuerpo, que morían a raíz de la siembra.

Esto, evidentemente, era inusual.

Los que corrían más riesgo de sufrir este destino, eran los matrices puros que se reproducían con hombres semilla y alimentaban hijos semilla.

*Se les llamaba "matrices puros" a los matrices provenientes de una línea familiar de sólo matrices.

Este precisamente había sido el caso del padre matriz de Lan Wangji y Lan Xichen.

Todo esto, se lo había explicado su padre a Jiang Ling sin pelos en la lengua, además de hablarle un poco acerca de las diferentes parejas existentes y de cómo era el acto de apareamiento.

- Cheng, creo que debemos hacernos a la idea de que nuestro hijo podría casarse muy temprano. Yo le brindé toda la información que pude, pues quiero que esté listo para lo que viene...

- ¡Pero no podemos permitir que se case tan pronto! Imagínate, tal responsabilidad desde tan pequeño, no podrá hacer misiones, interrumpirá su cultivo, no tendrá tiempo de conocer el país, entre otras cosas. Yo considero...

- Querido, no es nuestra decisión, es suya. Además, no sería ni el primero ni el último en casarse a esa edad. Él es un matriz precioso, inteligente, un cultivador talentoso, proveniente de una prestigiosa secta...Estoy seguro que en cuanto cumpla sus catorce, empezaremos a recibir montones de cartas doradas pidiéndolo en matrimonio, y la cosa es que...él parece querer dar ese paso

- ¿Te lo dijo?

- No, pero es lo que supongo. También es posible que únicamente tenga muchas ganas de probar el placer sexual, no hay forma de saberlo. No creo que ni él mismo sepa lo que quiere en este momento. Lo noto ansioso y confundido...

- ¡Es por eso que debemos intervenirlo!

- No, Cheng. Si hacemos eso, lo único que lograremos es que se sienta atrapado y se junte con el primer hombre que se cruce en su camino. Incluso podría llegar a escaparse. Yo propongo que lo guiemos, hablemos con él, le digamos todo lo que tiene que saber, lo aconsejemos, y le hagamos saber que él es el que decide su destino, con todo y sus consecuencias. No creo que podamos hacer más.

Jiang Cheng no estaba a gusto con esa solución, mantenía que Jiang Ling estaba todavía demasiado joven, que apenas era un niño. Tenía ganas de ir corriendo a su habitación y decirle que más le valía comportarse y mantener las piernas cerradas hasta los 21, si es que no quería que lo matase a palazos...

Pero en el fondo, el bien sabía que su esposo tenía razón.

Al ver que Jiang Cheng lucia entre pensativo, preocupado y un poco enfadado, su marido volvió a besarlo y esta vez, fue un beso profundo y largo.

Tras terminar, Jiang Cheng parecía más tranquilo, y es que los besos de aquel hombre eran la droga que lo mantenía calmado.

- Cheng, nuestros niños han crecido viéndonos, viendo lo mucho que nos amamos y lo felices que somos juntos, es normal que ellos quieran lo mismo en sus vidas...

Viéndolo desde ese punto de vista, Jiang Cheng le vio más sentido.

Jiang Cheng se casó con su esposo, cuya identidad conoceremos más adelante, cuando tenía 21 años. Ante la sociedad, se había casado sumamente viejo (y eso que su esposo era 10 años mayor que él).

Jiang Cheng había crecido viendo el infeliz y desastroso matrimonio de sus padres, por lo que, en su infancia y adolescencia, no había tenido un buen concepto del matrimonio. En consecuencia, los instintos matrices de Jiang Cheng empezaron a aflorar años después de que cumpliese los catorce, a causa del hombre que ahora era su esposo.

Pero la infancia de sus hijos había sido muy diferente a la de Jiang Cheng. El mismo se había asegurado de que así fuera, y apenas en ese momento, Jiang Cheng estaba analizando ese hecho.

Luego de meditar un poco, Jiang Cheng cerró los ojos y besó a su esposo.

- Creo que cometí un grave error casándome contigo...Jamás debí casarme con alguien más listo que yo...- Ambos sonrieron y volvieron a besarse.

..::Notas de la autora::..

¡Tengan paciencia! Pronto sabremos quien es el esposo de Jiang Cheng, cuando nos sumerjamos al pasado. Creo que mas de una se sorprenderá :) Por otra parte, admito que me encanta la ciencia, así que trato de que la parte biológica sea lo mas realista posible, espero si estarme haciendo entender.

En el próximo capitulo conoceremos a la misteriosa Botan y a la secreta secta Yiling, me encantaaaaaaaaaaa

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